¿Qué es un factor de riesgo?
Los factores de riesgo son las situaciones que aumentan la probabilidad de una persona para contraer una enfermedad. En el caso de la demencia, existen factores de riesgo modificables y no modificables.
Factores de riesgo no modificables
Los factores de riesgo no modificables son aspectos asociados a la aparición de la enfermedad que no dependen del sujeto.
Edad
Entre ellos, el factor más importante es la edad, pese a que no por tener mayor edad se deba padecer demencia necesariamente.
Sexo
Otro de los factores con mayor influencia en el desarrollo de enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia, es el hecho de ser mujer. Dos tercios de las personas diagnosticadas son mujeres. Así, se piensa que el riesgo de padecer demencia podría estar relacionado con los cambios biológicos que sufren las mujeres en la menopausia. No obstante, también debemos destacar que la esperanza de vida es mayor en mujeres que en hombres, y la edad es otro de los principales factores de riesgo de demencia. Por ello, en la actualidad se ha plantea si estas diferencias se deben a una cuestión biológica o si puede estar relacionado con sesgos sociales o de la época.
Genética
La transmisión de la Enfermedad de Alzheimer a nivel hereditario es poco frecuente pero existente (1% de los casos, aproximadamente). Sin embargo, se han identificado determinados cambios a nivel genético que, si bien de por si no conllevan a la aparición de demencia, en contacto con otros factores de riesgo, pueden favorecer a que esta patología debute.
Factores de riesgo modificables
Los factores de riesgo modificables son aspectos asociados a la aparición de la enfermedad que dependen del sujeto. Por ello, la aparición de estos factores de riesgo dependerá del estilo de vida del paciente.
Según la comisión Lancet, el 40% de los casos de demencia se pueden prevenir. Esta comisión señala 12 factores de riesgo modificables.
Audición y relaciones sociales
Entre ellos, el que más pesa es la audición, ya que necesitamos escuchar bien para estimular nuestro cerebro. Además, la pérdida de audición también conlleva aislamiento social, y por tanto, a la pérdida de relaciones sociales.
Actividad física, obesidad y estrés crónico
Otro factor de riesgo modificables sería la inactividad física, estrechamente asociada con la presencia de obesidad. Esta última, junto con el estrés crónico, produce un aumento de los mediadores inflamatorios sanguíneos, los cuales podrían tener un papel importante en la demencia. Así, realizar ejercicio físico de manera regular podría ayudarnos a controlar los niveles de estrés y a mantenernos en el peso ideal.
Hábitos tóxicos
Continuando con el estilo de vida, destacaría el tabaquismo y el alcohol, así como la calidad y horas de sueño, siendo recomendable dormir más de 6 horas y menos de 9 al día.
Riesgo cardiovascular
Respecto a las patologías de carácter cardiovascular, destaca la hipertensión, junto con la hiperlipidemia y la diabetes. Existen estudios que señalan la rigidez arterial en mediana edad como posible indicador de la posterior aparición de demencia, siendo esta una de las comorbilidades asociadas de mayor preocupación, debido a su alta prevalencia. Así, debe tenerse especial cuidado en el control de estas patologías, puesto de lo contrario, la probabilidad de paceder un ictus aumenta.
Depresión y medicación crónica
Por otro lado, el dolor crónico y la depresión podría conformar un factor de riesgo importante asociado a la demencia, así como el uso de benzodiazepinas, fármacos altamente prescritos en población anciana de manera crónica. De este modo, la medicación podría constituir tanto un factor de riesgo como protector para la aparición de deterioro cognitivo.
Otros factores de riesgo modificables
Finalmente, cabría destacar dentro de los factores de riesgo modificables la polución, los traumatismos craneales y la presencia de virus o infecciones.
Por último, y tal y como se ve en la figura 1, también tienen mucha importancia las actividades que hemos realizado a lo largo de nuestra vida, así como la ocupación laboral, estando muy relacionadas con la demencia del futuro. Las personas que han dedicado su vida a actividades intelectuales tienen el doble de posibilidad de revertir ese deterioro cognitivo.
Notas finales
- Los procesos que generan deterioro cognitivo son, en general lentos.
- Se estima que transcurren entre 10 y 20 años desde el inicio de las primeras fases hasta la presencia de los primeros síntomas. Por ello, actuar de manera precoz en este tipo de factores podría ser de gran relevancia.
- La demencia es una enfermedad multifactorial que presenta una gran variedad de factores de riesgo, por lo que modificar algunos de ellos y tener una buena estimulación cognitiva podría retrasar la aparición de la sintomatología.
- Es importante tener buenos hábitos como hacer deporte, tener una alimentación equilibrada o dedicarle tiempo a leer y a las relaciones sociales. Haz click aquí para saber más.
A continuación, y contribuyendo a la fama del programa de moda, desde la Cátedra DeCo os dejamos una pequeña ilustración para recordar los factores de riesgo asociados al deterioro cognitivo.
Recuerda, ¡nunca es demasiado pronto!
Artículo escrito por Claudia Rovira, alumna interna del Grado en Farmacia, y Gemma García, doctoranda en CEINDO y miembro de la Cátedra DeCo.
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