Hoy, en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia entrevistamos a la Dra. Lucrecia Moreno, docente en el grado en Farmacia en la Universidad CEU Cardenal Herrera e investigadora en la Cátedra DeCo MICOF-UCH. Además, compagina las clases en el aula con la dirección de los grupos de investigación en cribado de deterioro cognitivo.
- ¿Por qué empezaste en el mundo de la investigación?
Estudié farmacia porque quería ser investigadora, era mi sueño utópico hacer algo para mejorar la salud de las personas. Al acabar la carrera conseguí una beca para realizar mi tesis doctoral en el departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina, continué con una beca postdoctoral en el Instituto de Biomedicina del CSIC. Y 10 años después de terminar mi carrera y dedicarme sólo a investigación tuve la oportunidad de conseguir un puesto de profesora universitaria en la Universidad Cardenal Herrera donde llevo ya 23 años.
- Sabemos que además de investigadora, has asumido el papel de cuidadora, como muchos familiares de pacientes con demencia, ¿Cómo es compaginar la vida profesional con la personal?
Haciendo malabares, pasando mucho sueño y trabajando más. Pero es la vocación y la ilusión la que te arrastra en este camino. He sido madre trabajadora, y ahora que mis hijas ya son mayores y autónomas soy también hija cuidadora de mi madre con demencia. ¡Así es la vida!
- ¿Qué beneficios puede aportar a los pacientes la investigación llevada a cabo por la Cátedra DeCo? ¿Y a los familiares de estos?
Muchos y muy diversos ya que además de la investigación que llevamos a cabo sobre factores relacionados con la demencia, nos dedicamos a divulgar los resultados a la sociedad para que puedan aprender y prevenir la demencia desde la madurez más temprana (50 años).
- ¿Qué necesita una persona que quiera dedicarse a la investigación?
Tener curiosidad por el aprendizaje. Es la curiosidad la que te hace no parar de estudiar. Y tener vocación de cuidado a los demás, porque esa vocación es la que te hace relativizar el cansancio.
- Si tuvieras que dar un consejo a las jóvenes investigadoras, ¿Cuál sería?
Que busquen aquello que les motive curiosidad y que ese sea el motor de su vocación. Tengo la suerte de estar rodeada de muchas mujeres jóvenes muy motivadas e ilusionadas por aprender en este campo de la investigación.
En el momento en que entrevistamos a la Dra. Lucrecia Moreno nos dimos cuenta que la vocación, la ilusión y la constancia son las claves para una investigadora. Como el lema de la Cátedra DeCo dice: ¡NUNCA ES DEMASIADO PRONTO!