Once Erasmus, always Erasmus

Soy Carla, estudio Periodismo + Publicidad y RRPP y vengo a contaros cómo sin darme cuenta me embarqué en un Erasmus que estoy segura de que es y será una de las mejores experiencias de mi vida. Esta es mi historia, 5 meses de ensueño.

Allá por finales de 2018 algo dentro de mí me decía que tenía que irme de Erasmus, sin embargo, yo no estaba muy convencida. Aun así, sin tener muy claro qué estaba haciendo, apliqué en la página web del CEU y solicité irme de Erasmus a Utrecht (Países Bajos). Pues sí, no sé muy bien cómo había decidido que iba a irme cinco meses a estudiar fuera y hoy sé que lanzarme a esta experiencia ha sido la decisión más acertada de mi vida.

El 31 de agosto llegué a Utrecht, una ciudad que no ha podido enamorarme más. Es cierto que el cielo casi siempre es gris, que hace bastante frío y que, aunque llueva, truene o granice, te montas en la bici para ir a todos los sitios. Pero también es verdad que Utrecht es una ciudad con mucho encanto, una ciudad con mucha vida estudiante, llena de bonitos canales y muy pequeña lo que hacía que pudieras desplazarte a cada sitio en muy poco tiempo.

Johanna, así se llama la que ha sido mi casa durante los cinco meses. Johanna es una acogedora residencia en frente de mi universidad y a 20 minutos del centro llena de estudiantes holandeses e internacionales. No podría haber elegido hogar mejor. A parte de que es una residencia muy moderna y con mucho ambiente universitario, muchos de mis amigos vivían allí y hacíamos miles de planes juntos: cenábamos todos juntos en un piso, quedábamos para hacer maratones de películas con palomitas, bajábamos a hacer la colada y se hacía más divertido, íbamos en grupo al gimnasio al lado de la residencia…

«Si no sabes qué hacer o no te atreves a tomar la decisión, no lo pienses: esta oportunidad marcará tu vida.»

En cuanto a la universidad, superó todas mis expectativas. Cuando te cuentan cosas sobre una experiencia Erasmus, pocas veces hablan de la universidad y las clases. Sin embargo, yo estuve encantada con lo que he aprendido y experimentado en Utrecht en el plano profesional.  Yo cursaba un programa que se llama: International Commercial Communications en la HU de Utrecht.

Este programa se dividía en dos bloques dentro del mismo cuatrimestre: el primer bloque fue más teórico pero el segundo bloque fue realmente enriquecedor. Formamos equipos, en mi caso iba con otra española y tres chicas holandesas, e hicimos toda una campaña de publicidad para Coca-Cola siguiendo las directrices de la competición europea de publicidad Ad Venture.

Además, al final de este bloque, cuando cada equipo tenía terminada su campaña de comunicación, la universidad nos llevó a todos en autobús al Parlamento Europeo en Bruselas, asistimos a charlas de eurodiputados y presentamos nuestra campaña en la Hogeschool de Bruselas ante todos nuestros profesores y ante un juez de la Ad Venture.

Fue una experiencia profesional realmente increíble que jamás olvidaré y que me ha permitido mucha más soltura en mi expresión oral en inglés en términos de publicidad y marketing. Después, en Bruselas nos invitaron a cenar a toda la clase en un restaurante y a celebrar el fin del programa de estudios.

Por todo esto, estoy muy contenta con la mejora en mi nivel de inglés. En los Países Bajos todo el mundo, todo el mundo -incluso las personas más mayores- hablan un inglés perfecto. Además, en mi curso de la universidad, teníamos incluidas clases de inglés que nos ayudaban a redactar y exponer mejor nuestros trabajos.

Y cómo no, mi Erasmus también ha sido viajar lo máximo posible y muy barato, por cierto. El aeropuerto de Eindhoven, a una hora más o menos de Utrecht, conectaba con muchos destinos europeos. En concretó viajé a Bélgica (Bruselas, Brujas y Gante), Austria (Viena), Bulgaria (Sofia) y Reino Unido (Londres). Además de eso, he visitado la gran mayoría de ciudades de los Países Bajos como Amsterdam, La Haya, Maastrich, Delft, Haarlem, Volendam, Edam

Cada día que teníamos libre aprovechábamos para coger un tren y aparecer en otra parte de Holanda. Con un tupper lleno de comida, pasábamos el día fuera, apuntándonos a todos los “free tour” que podíamos y recorriendo cada ciudad de arriba abajo.

Por último, os voy a hablar de lo más valioso que me llevo de esta experiencia: todas las personas que he tenido la oportunidad de conocer y a las que puedo llamar amigos. El Erasmus es una experiencia que se vive de manera muy intensa por lo que las personas que conocí el primer día, en muy poco tiempo eran mis amigos, mi familia, hicimos piña enseguida. Todos nos hemos ayudado en lo que hacía falta y hemos disfrutado juntos cinco meses que vamos a recordar toda nuestra vida. He podido aprender de muchas culturas diferentes y también he conocido a mucha gente española con la que continúo quedando.

Así han sido estos cinco meses soñando, llenos de mucho aprendizaje y de miles de momentos que guardo en el corazón para siempre. Hoy no me puedo sentir más orgullosa de la decisión que tomé, la experiencia Erasmus te regala sin duda los mejores meses de tu vida y un sinfín de madurez y lecciones de vida.

Si no sabes qué hacer o no te atreves a tomar la decisión, no lo pienses, sal de tu zona de confort y lánzate como hice yo. La oportunidad que te brinda la beca Erasmus marcará tu vida y te regalará momentos muy felices y un aprendizaje infinito.

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