Los apoyos electorales de Podemos (II). Una mirada. Por Manuel Martínez Sospedra

«La ubicación de PODEMOS en la izquierda radical, que ya hemos visto y que ciertamente se corresponde con el origen y procedencia políticas de la mayor parte de sus dirigentes, constituye en cierto modo una simplificación, un índice medio por definición lo es. Aunque el movimiento trate de esquivar una ubicación en la metáfora espacial (que se reputa propia de los partidos de “la casta”) en la medida en que el uso social de aquella es importante la tendencia espontánea de la mayoría del electorado es a ubicarse a sí misma y a los partidos en ese espacio simbólico. Aún considerando que describir la autoubicación en términos de definición ideológica, como es el uso, es en sí mismo erróneo no cabe duda que constituye un indicador útil cuando de presumir los contenidos políticos del partido se trata. Dicho este cabe preguntarse si la media que ubica a PODEMOS a la izquierda de IU/ICV está sesgada, y , en su caso, en que medida lo está.

Si fijamos nuestra atención en la cuestión de la preferencia política,  agrupamos los tres de mayor intensidad en la preferencia, y cruzamos la información con la escala de autoubicación política el resultado es el siguiente:

Media12345678910
14,041,933,326,916,29,35,3—-—-

Es decir, a diferencia de los partidos tradicionales que cubre todo o casi todo el espectro PODEMOS no existe o poco menos para la preferencia electoral de los electores ubicados a la derecha del centro. El movimiento no recibe preferencia en el ala derecho del espectro y aquella es muy débil en la posición más frecuentada por el conjunto del electorado ( la central, en la que PODEMOS no alcanza el diez por ciento). En contrapartida la preferencia manifestada crece linealmente cuando nos desplazamos hacia la izquierda, de tal modo que la posición extrema en el espectro es al mismo tiempo la escogida por los electores que manifiestan preferencia por la organización: casi la mitad, el 41,9 %, se ubican en la extrema izquierda.

Vistas así las cosas no debe extrañar que, aún cuando no sea idéntica, la imagen que surge cuando consideramos la intención de voto directa se parezca mucho a la anterior:

Media12345678910
17,640,337,831,222,016,05,83,83,1—-—-

Es decir, de entre los electores que manifiestan intención de voto  el cuarenta por cierto de quienes se ubican en la extrema izquierda, casi el 69 por ciento de quienes optan por la izquierda, pura se inclinan por el movimiento, opción que cae a algo más de un quinto en el caso del centro-izquierda, a un séptimo en los centristas y a algo menos de un siete en el caso del centro-derecha. Si consideramos la simpatía las cifras son distinta, pero el patrón no:

Media12345678910
13,139,932,124,414,011,05,31,52,1

Y algo similar sucede cuando se procede a agregar la simpatía al voto directo:

Media12345678910
19,344,239,734,223,916,97,43,83,1—–—-

Lo que en roman paladino significa no sólo que el electorado declarado está fuertemente escorado a la izquierda más radical, sino que el mismo camino siguen aquellos electores que simpatizan, pero no han decidido ( aún?) votar al movimiento. Es cierto que el resultado del voto más simpatía es algo más transversal, que ese dato queda de algún modo compensado por la mayor polarización que registra.

¿De dónde provienen la preferencia y el voto a PODEMOS? Aunque la información dista de ser completa podemos hacernos una idea aproximada. Véase sino:

MediaPPPSOEIU/ICVUPyDCiUOtros
V.directo17,6  5,923,444,427,4  6,622,5
Simpat.13,1  3,714,134,416,4  8,220,3
V+S19,3  6,124,745,628,8  9,826,4

Resulta claro a la vista de lo apuntado que el gran perjudicado del surgimiento del movimiento populista es sin duda alguna IU, al que siguen a distancia el conjunto de grupos ecologistas y nacionalistas que son la mayoría aplastante del grupo “Otros”, disputándose UPyD y el PSOE el tercer lugar con desventaja relativa de la formación magenta. Esos datos sugieren como conclusiones provisionalísimas:

Primera. PODEMOS se ha adueñado del voto de la protesta, la indignación y el desencanto. Por eso su crecimiento perjudica tan destacadamente a las formaciones que hasta mayo aparecían como el receptáculo natural de la disidencia.

Segundo. PODEMOS ha acreditado capacidad para arrebatar electores a prácticamente todo el mundo, aunque hasta la fecha su caladero principal se sitúe a la izquierda del centro.

Tercero. Mantener una imagen de izquierda ha dejado de ser rentable para el movimiento, esos caladeros están próximos al agotamiento, si no es que se han agotado ya. En este lado no queda más espacio que el que podría liberar el colapso de IU/ICV.

Cuarto. Si lo anterior es correcto la táctica aconsejable para PODEMOS es cambiar su imagen por otra progresivamente más moderada y dotada de mayor transversalidad, porque es en esos espacios donde cabe encontrar electorado todavía disponible, presupuesto de la posibilidad de seguir creciendo. Si el dato de incipiente recuperación del PSOE se confirmara, esa posibilidad se vería obligada  a pescar en el caladero de los desencantados del PP.»

 

Manuel Martínez Sospedra

Catedrático de Derecho Constitucional UCH-CEU

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