Ser mexicana, sentirse globalizada: «Compartir idioma te da libertad y confianza»

Alimentación y política. ¿Alimentación y política? Abrir un gimnasio y analizar el recorrido a medio plazo de los populismos en los sistemas democráticos. ¿Ejercicio y sociología? Hay que mirar el mundo desde una perspectiva especial para ver el fino lazo que une ámbitos que sólo en apariencia están alejados. Mirarlo así un día desde un lugar como Puebla (México). Hacerlo realidad en una universidad como la nuestra desde hace un año.

En la mirada de Elisa, estudiante del Doble Grado de Dirección de Empresas y Ciencias Políticas, está esa perspectiva. Y en la propia elección de sus estudios. Y también en su discurso: «Mi formación en estas dos ramas del saber sólo tiene sentido si al aplicar mis conocimientos logro que crezca la sociedad y mejore la vida de todos los ciudadanos«.

No hemos podido evitar fijarnos en un detalle: llevas los colores de la bandera de tu país en las pulseras. Es evidente que tu corazón sigue allí, pero algo nos dice que también tu futuro, ¿hemos acertado?

Yo amo mi país. Mi intención es volver allí algún día después de graduarme, y aplicar todos los conocimientos que adquiera aquí para que México siga creciendo y desarrollándose con más oportunidades. Me dolería no regresar., la verdad. Y si no vuelvo que sea sólo porque soy embajadora de México en algún lugar del mundo.

La combinación de estudios que has elegido seguro que amplia tus horizontes y, sobre todo, tus futuras salidas laborales. ¿Fue eso lo que te animó a escoger el doble grado?

Mi sueño siempre ha sido dedicarme a asuntos exteriores en México, estudiar la política de mi país, poder compararla con la de otras naciones, siempre con la intención de de poder aportar a mi país como mejicana. Pero también me atrae el mundo de la empresa, el fenómeno de start ups. Cuando supe que aquí se ofertaba la posibilidad de juntarlo todo, pensé que esa combinación de Políticas y Empresa podría ser enriquecedora. Un negocio irá mejor si al ponerlo en marcha conoces bien las reglas, las normas, la política económica y financiera del país que eliges para arrancar la idea, hasta dónde puedes llegar. Conocerlo bien es rentable y muy productivo, en mi opinión.

Ni todo es política ni todo es negocio. 

Es evidente que en tanto que ciudadanos todos somos actores políticos. Yo no estudio para ser política, sino para convertirme en una ciudadana con una visión crítica, completa e integral del funcionamiento del sistema. En la parte del Grado de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales el horizonte es muy amplio. No hablamos sólo de políticas públicas, hay gestión política en el ámbito alimentario o en el de la salud, por ejemplo, dos temas que interesan especialmente. No todo es política pero la sociedad necesita a la política.

¿Cómo esperas que encaje esa visión de politóloga con el mundo empresarial?

Como te decía la política marca inevitablemente el contexto en el que puede desarrollarse cualquier actividad, también la de negocios. Soy una persona apasionada por la alimentación saludable y el ejercicio físico. Si un día me lanzo a crear, por ejemplo, un gimnasio en el que se ofrezcan además menús saludables, es importante que pueda hacer un ejercicio previo de análisis y perspectiva social y política. Qué contexto hay en torno a ese tipo de iniciativas, a qué reglas ha de adaptarse mi negocio, qué incentivos dan las administraciones, por ejemplo. Se trata de crear algo con sentido para ayudar al crecimiento de la sociedad y al bienestar del ciudadano.

Antes de llegar al CEU pasaste un año en Alemania para aprender alemán, ¿ qué te aportó aquella primera experiencia internacional?

Me dio otra visión más del mundo. Tenía ya la mexicana, ahora tengo la visión española…es interesante ver los puntos de contacto entre modelos distintos de vivir, descubrir que hay muchos elementos comunes en las raíces de fenómenos sociales y políticos que se producen a ambos lados del atlántico.

«Los debates en el aula son una tormenta internacional de ideas, con tantas nacionalidades presentes»

¿Agendamos ya un día y una hora para hacerte tu primera entrevista como ex alumna del CEU y embajadora de México en Berlín?

Volver es uno de los proyectos a corto plazo, pero lo haré con una beca del Programa Erasmus+, no sé si a Alemania o a Austria.  De hecho, en su día me planteé estudiar en una universidad austriaca pero la verdad es que no me convenció el ambiente universitario, y lo cierto es que me faltaba que fuera más acogedora la universidad…¡y por el frío, por supuesto! Un año de estancia académica me parece suficiente y muy interesante como experiencia y para practicar el idioma.

Si es por practicar alemán, seguro que ya lo haces aquí entre la comunidad de estudiantes alemanes que tenemos…

Lo cierto es que una de las primeras amigas que hice aquí es alemana. Durante los primeros meses le ayudé haciendo de traductora para ella. Estudiar en una universidad internacional es maravilloso: ¡me siento globalizada! Manejo ideas, palabras y conceptos de tantos países…¡tendrías que asistir a un debate en clase de políticas, es una tormenta internacional de ideas constante y muy atractiva!

Freie Universität, en Berlín, una de las universidades socias de la CEU UCH en el programa Erasmus+.

En ese ambiente internacional, y como estudiante latinoamericana, ¿ cómo valoras el hecho de que nuestro país y el tuyo compartan idioma? ¿Qué le aporta a tu experiencia internacional?

Sin dudarlo, libertad. Yo salgo de Puebla, mi ciudad, buscando una experiencia universitaria más intensa. Me convence Valencia porque es una ciudad que no parece una ciudad, y porque es cómoda, accesible, no especialmente cara. Pero reconozco que el poder expresarte en tu idioma sientes la confianza de que puedes moverte libre.

Muchas gracias, Elisa y mucha suerte en tus proyectos.

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