«Laicismo NO» Por Remigio Beneyto

Fuente: alliance.columbia.edu
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Ante artículos que se publican en diarios de determinada tendencia, clamando por una sociedad apartada de lo eclesiástico, como si de una obsesión se tratara, o como si reflejara quien los escribe una reminiscencia neurótica de la primera infancia, me decido a escribir estas notas, porque los católicos hemos de empezar a escribir, a hablar, a hacernos presentes en la sociedad, en la vida pública, y no quedarnos, como pretenden, en las sacristías ni únicamente en sesudos estudios que prácticamente no lee nadie.

Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Barómetro de octubre de 2015, el 71,8% de los españoles se declare católico. Una vez más he de repetir que la cuestión es promover, reconocer y garantizar el derecho fundamental de libertad religiosa y de culto, tanto individual coma comunitario. Estoy cansado de afirmar que es un derecho constitucional (articulo 16 CE), innato a la persona y reconocido por los Tratados Internacionales, que forman parte de nuestro ordenamiento interno.

Estoy cansado de decir que si las tres cuartas partes de los hospitalizados precisan de asistencia religiosa por ser católicos, y encontrarse en situaciones de especial sujeción, donde este mermada su movilidad, esta asistencia, que forma parte del derecho de libertad religiosa, ha de estar asegurada, al igual que lo está el ejercicio de otros derechos.

Estoy cansado de precisar:

  1. Cuando alguien toma posesión de un cargo, con tal que se ajuste a lo determinado por la ley, ¿por qué no ha de poder hacerlo ante su Libro Sagrado y ante la Constitución?
  2. Si la mayoría de los familiares de las victimas de un atentado, catástrofe o accidente son católicos y quieren organizar una ceremonia católica, ¿tendrán la libertad de hacerlo, acuda quien acuda, sea el Rey o el Presidente del Gobierno?
  3. ¿Podrá un Alcalde o un edil acudir a una ceremonia religiosa, en uso de su libertad religiosa y de reunión o manifestación? Y una vez presente en la misma, ¿podrá la autoridad eclesiástica ofrecerle un lugar de relevancia? 0 planteado de otra forma, ¿también prohibirán determinados Ayuntamientos a sus ediles acudir a manifestaciones de determinados sindicatos teniendo allí lugar preferente? ¿También prohibirán a sus ediles acudir a todo tipo de manifestaciones o incluso acudir a representaciones teatrales, deportivas, etc.? ¿Por qué existe la prohibición a todo evento o ceremonia religiosa y no a las demás manifestaciones? ¿Dónde se encuentra la diferencia? La cuestión es que la asistencia debe ser voluntaria y acuda quien quiere acudir, y quien no quiere acudir, que no acuda. Pero lo que no es de recibo es que los que no quieren acudir obliguen a no acudir a los que quieren y lo hagan bajo banderas de progresismo y democracia, cuando se están atropellando libertades civiles y derechos fundamentales.

Estoy cansado de decir que por qué tiene la Iglesia que renunciar a la asignación tributaria. Más de 9 millones de españoles voluntariamente destinan ese porcentaje al sostenimiento de la Iglesia Católica, mas muchísimos españoles que estarán dispuestos a hacerlo, pero no están obligados a la presentación del IRPF. Si ningún español marcara la casilla, la Iglesia no tendría ninguna financiación a través del fisco. Y además también existe la asignación tributaria para actividades de interés general.

Respecto a la misma asignación tributaria y a las exenciones y beneficios fiscales, también estoy cansado de repetir que los católicos no queremos privilegios (aunque no los tenemos) pero, por supuesto, defendemos y exigimos ser tratados como los demás, en este caso, coma las entidades sin ánimo de lucro. ¿Acaso la Iglesia Católica y sus entidades no persiguen el interés general? A estas alturas la Iglesia ha de demostrar todo lo que hace en los campos asistenciales, educativos, de mantenimiento del patrimonio y, especialmente, en promoción y defensa del derecho fundamental de libertad religiosa y de culto.

Estoy cansado de afirmar que en la enseñanza religiosa escolar no hay adoctrinamiento, sino promoción, reconocimiento y garantía del derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones religiosas y morales (art. 27.3 CE). Una vez más, el que no quiere pretende obligar al que quiere a no poder. Es dictatorial el planteamiento, poco progresista según sus términos. A nadie se le obliga, pero se garantiza el poder recibir esa enseñanza religiosa en la escuela. No tiene ningún sentido ni coherencia en la actualidad la pretensión de borrar del currículo y del horario escolar la enseñanza de la religión, porque no ocurre en los países de la Unión Europea, y porque cuando se habla de enseñanza religiosa en la escuela se este refiriendo a la enseñanza dentro del horario escolar. En caso contrario, el Estado no puede regular lo que cada persona haga fuera de este horario escolar, ya que cada ciudadano es libre de hacer lo que quiera en su tiempo libre.

Estoy cansado de que vituperen a la enseñanza concertada. La concertada ahorra dinero al Estado y a las Autonomías. No se deriva a las familias de clase media católica ni nada parecido a la concertada. La enseñanza concertada está sujeta a los criterios de admisión de alumnos establecidos por la Administración. No es justo afirmar que la concertada rechaza a pobres e inmigrantes. Ya está bien de insultos y ofensas generalizados. Si usted, Administración o usted, particular, tiene algo contra uno o varios centros concertados, lo dice o lo denuncia, pero ya este bien de lanzar ofensas generalizadas, de atacar impunemente contra el honor de estos centros concertados, que han de subsistir día a día con pocos recursos.

Y finalmente decir a los males agoreros que, citando a Azaña, dicen que España ha dejado de ser católica, que no se preocupen, que, si deja de ser católica, no tendrán ya ningún problema. Pero les aseguro que la realidad ya viene siendo la contraria. Es más, el siglo XXI será un siglo muy religioso, luego ellos son los que deben preocuparse si tanto les molesta.

*Artículo de Remigio Beneyto Berenguer, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado en la CEU-UCH y Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, publicado por Paraula, el domingo 13 de marzo de 2016.

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