¿Qué hay detrás de las decisiones de voto?

Las decisiones de voto son producto de un complejo de factores que inducen un determinado comportamiento electoral. De forma muy resumida los que , a mi juicio, los principales resultan ser:

1. La percepción de la significación y utilidad del voto

Así las personas que tienen una preferencia política definida o, en ausencia de esta, creen que su voto cuenta a la hora de formar una decisión colectiva, y que ejerciendo su derecho pueden influir en el resultado, tendrán una propensión a votar mayor , quienes carecen de preferencia, o estiman que “votar no sirve para nada” o que “carece de influencia el voto de gente como yo” será más difícil que ejerzan su derecho, salvo que medien factores emocionales. Por eso las respuestas que indican no tener ideología política y/o tener una percepción negativa de la propia influencia, son buenos predictores de abstención.

2. La clase social

Aunque haya casi desaparecido del discurso político correcto, sigue siendo cierto que las clases existen y que la pertenencia a una clase determinada es un factor de considerable peso, cuanto menos en lo que afecta a los partidos tradicionales. Así la pertenencia a las viejas clases medias es un buen predictor del voto conservador, del mismo modo que la pertenencia a la clase obrera ( sean obreros cualificados o no) es un buen predictor del voto al PSOE, en tanto que Ciudadanos es un partido de clases medias urbanas. Sólo los partidos nacionalistas escapan , bien que parcialmente, al impacto de las fracturas de clase.

3. El nivel de estudios

Hay una fuerte correlación entre nivel de estudios y preferencia a favor de los partidos de la “nueva política”. En contrapartida, el nivel de estudios de los electores populares y socialistas es apreciablemente inferior.

4. La edad

Es un tópico firmemente asentado el aseverar que el conservadurismo crece con la edad y que los jóvenes tienden a votar en mayor medida a opciones “nuevas”. Así, es cierto que los partidos tradicionales registran más apoyos entre las cohortes de mayor edad, en tanto que los partidos de la “nueva política” tienen más apoyo entre la población de menos de 45 años. Pero hay que ir con cuidado: el mas potente de los partidos de izquierda, el PSOE, esta muy fuertemente sobre representado entre los mayores, en especial de los que cuentan con más de 65 años.

5. La religión

Aunque durante muchos años se ha pensado que el factor religioso tiene escaso peso en las decisiones de voto, los estudios demoscópicos dicen algo ligeramente distinto. Como no hay partidos anticlericales o laicistas, y tampoco los hay confesionales, no es de esperar que la adscripción religiosa pese a la hora de escoger la papeleta, pero la realidad no es exactamente así: el electorado que se reconoce religioso tiende a votar desproporcionadamente a PP, PSOE y C,s, cuyos electorados son significativamente más religiosos ( y más católicos) que la media, en tanto que la confesionalidad es minoritaria en los apoyos de Podemos ( y antes IU) y los nacionalistas más o menos radicales.

Otra cosa son las líneas de fractura que estructuran el sistema de partidos, hoy en proceso de cambio. Pero eso hoy no toca.

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