¿Quién diseña una calle? ¿Para quién? ¿Con qué criterios? ¿Quiénes participan? ¿Es sana, agradable, integradora, accesible, publica? ¿A qué edad enfocamos su diseño 0, 1, 3, 6, 12, 14, 18, 33, 40, 50, 64, 72, 80, 100…? ¿puede transformarse en 4h?
En el próximo 13º Congreso Internacional de Estudiantes, vas a tener la oportunidad de participar en diversos talleres, entre ellos esta sugerente actividad de innovación urbana. Recogemos a continuación la presentación que el profesor José Luis Gisbert ha preparado para este taller, y te invitamos desde ya a que participes.
A diario voy de camino a la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas por la calle San Bartolomé, cuando no viene ningún coche me gusta andar por la calzada, serpentear libre, escuchar el sonido de mis pasos, hasta mi destino.
Salgo de tan afortunada situación a través del espacio de coches aparcados, regreso así a la estrecha acera y accedo, atravieso el umbral de la escuela. Ha sido breve, mis oídos me hubieran advertido ante el peligro de cualquier vehículo motorizado, he tenido suerte, nadie ha impedido mis segundos de caminar con libertad.
Me pregunto cómo sería si fuera así siempre, si al salir a la calle no temiéramos al peligro de atropello, lo comento con mis amigos, cada uno estudia una cosa pero nos solemos reunir cada viernes:
Bueno, caminar es sano, no sólo por los beneficios de la actividad muscular, permite reflexionar e incluso conversar. Es posible encontrarnos con alguien conocido, o alguien a quien conocer.
Cuando no hay tráfico aparece un paisaje sonoro diverso desde sonidos de aves hasta ruidos pequeños de las actividades de las edificaciones anexas, a veces escucho las pisadas de otro caminante, incluso las mías.
Cuando grabo en la calle a menudo encuentro imposible evitar la presencia de los coches, en el callejón más recóndito, interrumpen cualquier intento, si no es en un parque olvida la continuidad de la toma, no la hay.
Abunda el supuesto derecho de paso sobre el de estancia, coches sobre personas, derecho no escrito en ley alguna.
Quizás los arquitectos de la ciudad no han reparado en ello, los principales afectados son los niños, antes jugaban en las calles, libres, hoy son recluidos a espacios «verdes» cuando los hay.
Cuesta pasear a tu mascota con unas calles sin sombra, completamente estériles, sin vida, sin permeabilidad sin áreas de contacto con la tierra. A veces me pregunto si la ciudad no está envuelta como un regalo sorpresa, protegiendo el interior del exterior, sin motivo alguno.
El diseño desde la perspectiva del tráfico ha sobrepasado las fronteras del sentido común, reduciendo la definición de la calle a un un circuito sin mayor aspiración que pasar o aparcar, hoy ya sabemos cuál es su futuro, hay que soltar lastre, las personas deben recuperar su protagonismo en la ciudad. En algunos lugares del mundo este regreso a la ciudad ya ha comenzado, Nueva York lleva desde 2006 reconvirtiendo áreas asfaltadas en espacios de estancia, plazas. ¿te vas animando?
Las calles que te gustan son las calles que te aceptan, las que tienen sitio para ti, para que camines, te sientes a descansar, te cobije su sombra, te caliente el sol, calles donde los comercios tienen éxito al ser frecuentadas, calles de la ciudad del siglo XXI.
Así que te proponemos ayudarnos a diseñar esa calle, o esa plaza, mediante un taller participativo donde tu opinión como ciudadano y tu visión como persona en formación (desde la disciplina que te interesa) cuenta, y mucho.
Y pasaremos a la acción, cambiaremos la calle, ingredientes: pintura, mobiliario urbano, creatividad y sentido común.
Opina, disiente, discute, propón, diseña, dibuja, pinta, prueba y disfruta la calle San Bartolomé 47A78 ¿o es una plaza? Depende de ti.
Enlaces:
Plaza Pizarro TEST 22 mayo 2015 de EFGarquitectura con la imprescindible colaboración alumnos de Arquitectura de la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas de la Universidad CEU Cardenal Herrera.
Otras acciones premiadas.
Colabora:
Ajuntament d’Alfara del Patriarca
Texto de José Luis Gisbert, profesor de Urbanismo.