CreaNow ESET, un debate sobre el futuro de las ciudades

Vivimos tiempos de cambio en los que se hace necesaria una reflexión profunda sobre nuestros procesos y nuestras rutinas, nuestro presente y nuestro futuro. También el de las ciudades y las relaciones sociales que en ellas se establecen.

Con este espíritu crítico hemos querido lanzar (de forma virtual) el CreaNow ESET. Un punto de debate multidisciplinar en el que hemos contado con la aportación de profesionales de diferentes perfiles y trayectorias para discutir sobre diseño, arquitectura y el futuro de las ciudades.

La vida, como las ciudades, no son estables y posiblemente nunca vuelvan a la normalidad. Simplemente, evolucionan. Y lo único que podemos esperar es que, en esa evolución, se tornen más humanas.

La crisis provocada por la COVID-19 cambiará aspectos como la movilidad, las relaciones y el paisaje urbano

La ciudad, ¿un ecosistema social realmente sostenible?

En un debate sobre el futuro de las ciudades se impone, como punto de partida, una reflexión sobre su papel actual. Quizás la crisis provocada por la COVID-19 nos haya abierto los ojos a una realidad tan cercana y tan invisible que, quizás por eso precisamente, nunca nos hayamos planteado hasta ahora. ¿Es la ciudad realmente el mejor entorno para la convivencia?, ¿es el ser humano capaz de asumir la velocidad que la ciudad le impone?

Para Carlos Ferrando, fundador de Closca, las ciudades nunca dejarán de ser polos de atracción porque son los verdaderos núcleos de desarrollo del talento y de la innovación. Y es precisamente por ello por lo que son el escenario ideal para que las marcas influyan sobre los comportamientos. Una concepción que casa con la idea de las smart cities o lugares interconectados en los que, decididamente, el diseño y la tecnología pueden reconducir conductas.

Y, sin embargo, no dejan de ser también espacios hipertecnificados en los que la velocidad de la vida, para otros expertos, nos ha llevado incluso a cierto canibalismo social. Opinión compartida por Luis Úrculo, que aboga por mantener en cierta forma la desaceleración actual para reencontrarnos con ciudades más humanas; ciudades que se puedan entender no sólo como centros de oportunidad, sino también como espacios de intimidad, donde la convivencia sea más plural y más heterogénea.

«el futuro de las ciudades pasa por una reinterpretación de nuestras estructuras productivas y de relación»

Una idea, la de la intimidad, ligada a la relación y a la cercanía, que quizás pase por alejarnos del modelo urbano actual para acercarnos (¿o, más bien, para redescubrir?) a un modelo de vida más colaborativo y ruralizado. Como Jaime Izquierdo defiende en su obra «La ciudad agropolitana. La aldea cosmopolita«, es importante generar espacios donde la vida se sitúe en el centro.

En los entornos rurales imperan modelos sociales más colaborativos y menos competitivos

Es, de hecho, algo que ya se está viendo en nuestras ciudades, donde empiezan a brillar iniciativas como los huertos o la apicultura urbana. Estructuras colaborativas, muy propias de los sistemas rurales, que poco a poco se instauran en nuestro entorno inmediato y reactivan los vínculos ciudad-aldea.

La ecología, coinciden todos los expertos invitados, debe estar presente en la urbe. Y posiblemente la COVID-19 nos haya dado la oportunidad de darnos cuenta de que, al tratar de dominarla, estamos destruyendo la naturaleza: los cultivos intensivos, la ruptura de la biodiversidad… deben hacernos pensar en un concepto renovado de ciudad, más cuidado y sostenible.

Nuevos tiempos para el arte y las relaciones sociales

Para Lucía Loren, artista y educadora, vivimos en la actualidad una desconexión afectiva total que no hemos hecho más que trasladar al entorno de lo online. Por ello, es una firme defensora de la sensibilidad ecosocial y de un retorno a la vida natural, más saludable y colaborativa. Según la experta, la naturaleza es el único escenario que puede aportar ese efecto restaurador que la sociedad tanto necesita y por ello colabora, desde hace tiempo, con El Cubo Verde: una red informal de espacios y artistas que genera experiencias de arte vinculadas a entornos rurales.

«Hay un paisaje cultural, ligado a lo rural, que se ha ido perdiendo: el de las ciudades autoabastecidas»

Otra iniciativa surgida en el mercado del arte a raíz de la pandemia, y que también encaja en un modelo más colaborativo, es el del Artist Support Pledge. Una plataforma de agentes de arte que han aprovechado el tirón de las redes sociales para presentar y vender su obra de manera independiente. En el arte, como en el futuro de las ciudades, primarán experiencias más cercanas e íntimas generadas a través de cadenas colaborativas.

Y es que estamos ante una oportunidad única para observar y aprender qué no funciona en el mundo y cómo cambiarlo. Pero no para aterrizar en una nueva normalidad, como defiende Alfredo Hoyuelos, sino para crear de forma libre, lúdica y desobediente el mundo que necesitamos. Un mundo con un medio ambiente fortalecido, donde la temporalidad y la proximidad vuelvan a estar presentes, y donde los protocolos sean cada vez menos necesarios.

Un panel de expertos de lujo para debatir sobre el futuro de las ciudades, la educación y las relaciones sociales

Si algo hemos descubierto con este debate, es que la distancia marca la comunicación. Y seguramente también marcará el futuro de nuestras relaciones, de nuestros negocios. A través de estas voces expertas, invitadas de excepción en un momento también de excepción, hemos reflexionado sobre la necesidad de reinventarnos, intercambiado propuestas y posiblemente también descubierto una sociedad que desconocíamos.

Finalmente, quizás el reto no esté en diseñar un futuro mejor, sino en cambiar un presente totalmente equivocado.

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