El Duero es, desde hace años, el balcón ideal para admirar la arquitectura más tradicional de Oporto. A un lado, Vila Nova de Gaia, una ciudad independiente a la que se puede cruzar en apenas dos pasos por el impresionante Puente Don Luis I. Y desde esta orilla, con sus famosísimas bodegas de vino, la mejor vista de Oporto frente a nosotros y uno de sus barrios más famosos: la Ribeira.
Son muchos los encantos de esta ciudad, la segunda más grande de nuestro país vecino, Portugal. Se trata de una ciudad atlántica, hospitalaria, encantadora y algo decadente. Y, de hecho, ahí reside gran parte de su encanto: ese carácter bohemio tan suyo la ha convertido en meca de muchos artistas y diseñadores, locales e internacionales, y por tanto en una de las ciudades más cool de Europa.
Pero, si creías que Oporto era sólo fado y edificios cubiertos de maravillosos azulejos de colores, estás muy equivocado. Oporto es en la actualidad un auténtico vivero de nuevos estudios y de obras de vanguardia que hacen las delicias de cualquier aficionado a la arquitectura. No en vano, fue en esta ciudad donde nació la famosa Escuela de Oporto, de donde han salido arquitectos de la talla de Fernando Távora, Álvaro Siza o Eduardo Souto de Moura. Estos últimos, arquitectos galardonados con el el premio Pritzker en 1992 y en 2011, respectivamente: ¿necesitas más motivos para visitar Oporto y enamorarte de su arquitectura?
Casa da Música (Rem Koolhas)
Posiblemente el gran icono de la arquitectura contemporánea de la ciudad, este enorme bloque irregular es un importante centro cultural y sala de conciertos de Oporto. Lo que seguramente más llama la atención del edificio es, precisamente, esa estética tan geométrica y masiva, casi industrial. Una fachada poliédrica que parece cambiar en cada esquina y que está salpicada de enormes zonas acristaladas, lo que permite al edificio y a sus inquilinos dialogar con el exterior (y viceversa).
Un edificio, sin duda, extraño y fascinante que fue galardonado con el RIBA European Award 2007 y que viene firmado por uno de los grandes de la arquitectura contemporánea: Rem Koolhas, de OMA.
Terminal de cruceros de Leixões (Luís Pedro Silva)
«Una gran espiral que abraza al océano Atlántico» sea quizás la mejor definición para este edificio firmado por Luís Pedro Silva. Una construcción que llama la atención no sólo por su estética envolvente, sino por una característica fachada ondulante blanca formada por casi un millón de azulejos hexagonales.
Quizás la de Leixões no sea la terminal de cruceros más grande o más transitada del mundo, pero desde luego sí que está entre las más espectaculares. No en vano, este pequeño edificio fue elegido por ArchDaily como el mejor edificio de arquitectura pública en el mundo en 2017.
Museo de Arte Contemporáneo de Serralves (Álvaro Siza)
Cuando uno visita un museo de arte contemporáneo, espera encontrarse con un edificio especial. Y, en el caso de la Fundación Serralves, la obra de Siza no es una excepción: un enorme edificio de granito y estuco como contrapunto perfecto a una villa de estilo art déco.
Más de 14 salas de exposición en un continente blanco, luminoso y que aprovecha en su estructura los desniveles naturales del terreno. Un magnífico vestíbulo central que da acceso a lo mejor del arte contemporáneo: definitivamente, uno de nuestros lugares de peregrinaje obligatorio en la ciudad.
Matadouro (Kengo Kuma + OODA)
Es ya casi una tradición europea eso de reconvertir antiguos mataderos y recintos industriales en complejos culturales y de ocio. Lo hemos visto en Madrid, en Hamburgo e incluso en Lisboa. Con Matadouro, Oporto se suma a esta tendencia.
Proyectado por los portugueses OODA y el arquitecto japonés Kengo Kuma, Matadouro rehabilitará un antiguo matadero para reconvertirlo en el gran centro cultural de Oporto. Incluirá una biblioteca, espacios escénicos y de exposición, instalaciones deportivas y oficinas. Y todo bajo un inmenso dosel de piezas cerámicas y vidrio que protegerá los espacios abiertos y unirá las diferentes unidades del complejo.
Centro de Interpretación del Románico (Spaceworkers)
Este centro de interpretación nació con el objetivo de analizar y poner en valor el rico patrimonio románico del norte de Portugal. Para ello, Spaceworkers diseñó un complejo arquitectónico de 7 volúmenes diferentes, cada uno representando características particulares de la arquitectura románica.
Con sus arcos, pequeñas capillas laterales y grandes bóvedas, ¡este edificio tan austero y contundente es uno de nuestros favoritos en la zona!
Sin dudarlo, Oporto es una ciudad que sorprende al que la visita: de mediano tamaño y poco pretenciosa, pero con un potencial creativo enorme. Por eso, desde la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas hemos querido que la tercera etapa de nuestro ciclo formativo ConnectA recaiga en el país vecino. Tras Berlín y Copenhague, ¡nos llevamos a nuestros estudiantes de Arquitectura a descubrir qué se está moviendo en Oporto!
Y, si nos sobra tiempo, nos tomaremos una copita de vino en la bodega Sandeman. Siempre a orillas del Duero, admirando la belleza de la ciudad frente a nosotros.