En esta obra se narra la historia de una joven casada (Marsha) que se ha dedicado toda su vida, incluso de niña, a las ventas, hasta ser su profesión actual. Marsha, se sentía apasionada por su profesión y la disfrutaba día a día, haciendo de un pequeño problema, un gran reto, y del alcance de una simple cuota, una gran ambición. Tras ocho años en el mundo de las ventas, Marsha ahora se encuentra estancada en su carrera profesional y no sabe como salir de ella.
El trabajo le ha superado, y como bien define, se siente “quemada”. Marsha es una mujer con mucha experiencia en este ámbito (ventas) gracias a su trayectoria laboral, caracterizada por estar realmente comprometida con sus clientes y su bienestar pero, por desgracia, nos encontramos ante un estado globalizado de crisis en la mayoría de sectores y ha notado un marcado declive en su trayectoria. Un día cualquiera, Marsha decide despejarse con su hobbie, la horticultura, y al acercarse la temporada de siembra, pensó que no había mejor manera de distraerse, y que además le ayudaba a relajarse y liberar tensiones. Marsha utilizaba este hobbie para desahogarse, ya que su marido quizás no podía darle el apoyo que necesitaba porque no entendía los gafes de su profesión, fue así como Marsha se decidió a ir a su tienda de plantas preferida y así conocer a quien se convertiría en un apoyo fundamental en la vida de nuestra protagonista, el “Jardinero”.
El “Jardinero” y Marsha desde el primer instante conectaron, y él, muy interesado por ella, quiso saber un poco más e indagar sobre su profesión, y ayudarle en lo que pudiera, puesto que en la primera conversación, ambos, se sintieron muy identificados el uno, con el otro. El propietario de la tienda, el “Jardinero” durante años se había dedicado al mundo de las ventas, que finalmente un día dejó y se jubiló, para dedicarse a su hobbie, la horticultura, y como no, a seguir aprendiendo de las ventas. El “Jardinero” le hizo ver a Marsha su profesión desde otra perfectiva, la horticultura; aquel mundo por el cual Marsha aun seguía sintiendo esa pasión que tanto la define y que una vez también la tuvo por y para las ventas. El “Jardinero” le quiso mostrar la clave para el éxito (o mejor dicho, para no fracasar) que con los años de experiencia descubrió; el gran parecido que hay entre la profesión de ventas, con la horticultura, aplicado a las cuatro etapas que existen en este proceso; lo llamaba, la filosofía de “El huerto del vendedor” que consistía en:
- Planificacion
- Siembra
- Cultivo
- Cosecha
Además de darle estos consejos, también le ofreció asistir al llamado ”Club de ventas” que organizaban los sábados y acudían personas con el mismo perfil que Marsha. Esto le sirvió de gran ayuda para poder compartir experiencias y poder aprender de los demás.
Poco a poco, Marsha iba profundizando e interiorizando la filosofía del huerto del vendedor. Pudo ver como en sus cultivos veía reflejados cierto aspectos de la vida del vendedor con sus clientes y conforme pasaba el tiempo, aprendía lecciones y se sentía mejor consigo misma y con su trabajo, ya que volvía a dar “frutos”. Marsha volvió al éxito y lo dejo muy claro siendo galardonada con el premio por ser la máxima vendedora de su empresa, de manera que la vida le volvía a sonreír más que nunca. Había vuelto a coger las riendas de su trayectoria profesional como vendedora. El tiempo pasaba, y ella mejoraba y sobre todo, estaba llena de interés y motivación por su profesión y como no, de su hobbie pero, de repente, un día, la tienda… su tienda, se puso en venta, algo difícil de asimilar para ella. Meditándolo un rato lo quiso interpretar como un reto al que posiblemente estaba preparada y dispuesta hacerlo; quedarse con la tienda, y hacer de su hobbie, su negocio, además del que ya poseía claro. Los motivos por el cierre fueron que el Jardinero estaba cansado y quería vivir tranquilamente, asique estuvo encantado de ceder el negocio a una de sus ”alumnas”.
Marsha acaba comprendiendo lo que el jardinero quiso explicarle el primer día, y que al final comprendió, la analogía de la horticultura, con las ventas:
- Planificacion: Visión del entorno
- Siembra: perseverancia y continuidad en el seguimiento
- Cultivo: Cuidado apropiados, indagar en lo mejor para el cliente.
- Cosecha: Calendario, recogida de los frutos. Es sin duda alguna, otro punto de vista de como enfocar las ventas.
El “Jardinero” le inculcó a Marsha esta filosofía de vida para quien aman estos dos mundos, y ahora ella, es la encargada de transmitir esos conocimientos a quienes se encuentren en la misma situación.