Estudiantes de Grado de Arquitectura de la Universidad CEU Cardenal Herrera realizan un proyecto de remodelación y mejora del espacio público del eje viario del Camí de Moncada.
La percepción de la calidad urbana (aquello que hace que los individuos nos sintamos a gusto al recorrer o al permanecer en un espacio, o aquello que favorece la vida en un lugar público) es resultado de la combinación de una infinitud de aspectos que, cada uno con un peso relativo, componen la escena urbana.
El Estudio para la remodelación y mejora del espacio público realizado desde la asignatura de Urbanística VI, ha consistido, en una primera fase, en la realización de un análisis, tanto de los elementos físicos que constituyen el entorno urbano, como del comportamiento de las personas en dicho espacio, cuyos resultados han permitido evaluar la calidad urbana y definir una estrategia de intervención para, finalmente, poder desarrollar una proyecto de mejora del entorno urbano analizado.
Por lo tanto, se trataba, en primer lugar, de identificar el conjunto de aspectos que configuran la escena urbana (urbanísticos, arquitectónicos, climáticos, topográficos, etc.) determinando su incidencia en la atracción o el rechazo que puedan producir en peatones y ciclistas, tanto en los desplazamientos como en las actividades de estancia.
Entre otras, se reflejan las siguientes cuestiones:
- ¿Cómo se reparten los flujos peatonales? ¿Y las actividades de estancia?
- ¿Qué recorridos peatonales se escogen preferentemente?
- ¿Qué aspectos inciden en la calidad de esos recorridos?
- ¿Cómo valora la población la calidad del espacio público?
- ¿Qué factores han resultado más determinantes para la atracción/rechazo del peatón?
- ¿Cuáles de ellos deben ser mejorados?
Siguiendo esta metodología, los diferentes equipos de trabajo han propuesto una redefinición de la sección viaria, incorporando el espacio para la movilidad ciclista y ofreciendo unos itinerarios peatonales de calidad, asociados a una mayor vida comercial y a determinados lugares de estancia proyectados al efecto.
Con este fin realizan una cuidadosa selección de vegetación y de mobiliario urbano que les permite adecuarse, tanto a las condiciones climáticas (fundamentalmente al soleamiento estival) como a los requerimientos funcionales, de percepción visual y de confort de los distintos espacios proyectados.
Algunas propuestas incorporan, además, la variable del tiempo (la cuarta dimensión) contemplando tanto la evolución de los ciclos estacionales, como carácter cambiante de la actividad y la percepción del espacio en ambiente diurno y nocturno.
Daniel Monleón, Profesor de Urbanismo