El liberalismo como filosofía política

 

En este vídeo realizado con motivo del Foro Ceu Empresa Juan Ramón responde de manera escueta a las preguntas formuladas por nuestras compañeras de prensa.

Juan Ramón Rallo ha escrito una multitud de libros, siendo el último y del que vamos a tratar hoy “La Renta Básica”. Este libro trata de la redistribución de la rente y de cómo el autor cree que de todas las corrientes política la mejor es la liberal.

La corriente política del liberalismo es una filosofía política cuyo valor central es la libertad, la cual permite a cada individuo poder valorar que es lo mejor para si mismo y para la sociedad en la que vive. Y el valor central es la tolerancia hacia el prójimo y sus proyectos.

Los grupos de personas como congregaciones de las mismas existen, y se mantienen vivos a través de ritos y actos que los hacen distinguir del resto.

Es necesaria la tolerancia para poder convivir con otros individuos en una sociedad. Cabe destacar que el ámbito mas complicado de la convivencia es el económico.

El liberalismo intenta promover la tolerancia mediante tres principios:

  • La libertad individual.
  • Propiedad: se trata de que las personas puedan adquirir la propiedad y los derechos sobre la cosa.
  • Autonomía contractual: rige la clausula pacta sund servanda. La interacción entre personas se regula a través de los contratos mediante los cuales se benefician ambas partes.

En base a estos principios, todas las personas tenemos derechos que nos ponen en estado de igualdad frente al resto, al igual que permiten solucionar los problemas básicos de convivencia en cualquier sociedad:

  • Conseguir canalizar y utilizar toda la información de la sociedad.
  • Modo por el que incentivar a los individuos de la sociedad
  • Conseguir que no hayan abusos de poder.

La solución que da la corriente liberal a estos problemas es la descentralización del poder para que se pueda actuar en igualdad jurídica.

Estos principios deben ser protegidos mediante la anarquía y la concepción de bien público (que no es lo mismo que bien estatal). Tradicionalmente, el liberalismo defiende el derecho de cada persona a poder asociarse o desasociarse de una comunidad política. Esto se podría hacer gracias a que el Estado no tiene la autoridad política para impedirlo.

El liberalismo no acepta que el Estado pueda reinar sobre las vidas de las personas como fuente autónoma, aunque es cierto que hay cosas que no se pueden decir de forma individual.

En conclusión, el liberalismo consiste en tolerar, incluso lo que no nos guste. Eso si, siempre que no se vaya en contra de los principios básicos de convivencia.

Artículo realizado por Daniel Traschel.

Juan Ramón Rallo

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