Como vimos en publicaciones anteriores, el envejecimiento saludable hace referencia al proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez.
Existen diversos factores modificables que influyen en el envejecimiento saludable. La importancia de estos reside en que son prevenibles, reversibles y tratables.
Entre ellos, destacan el riesgo cardiovascular y la función cognitiva. Su diagnóstico temprano por medio de cribados podría suponer evidentes beneficios. Así pues, la farmacia comunitaria se encuentra en una posición idónea para el cribado de pacientes.
Estudio piloto de los factores relacionados con el envejecimiento saludable
Durante el pasado curso académico, la alumni Gema Martínez realizó un estudio en una farmacia comunitaria cuyo objetivo principal fue estudiar los factores relacionados con el envejecimiento saludable en mayores de 65 años.
De este modo, se diseñó una herramienta rápida y sencilla para la detección de factores relacionados con el envejecimiento saludable. Para ello se realizó una revisión de la medicación de los pacientes, el cálculo del riesgo cardiovascular y carga anticolinérgica y la valoración de estado nutricional y cognitivo. Este último aspecto se estudió mediante los test Memory Impairment Screen (MIS), Short Portable Mental Status Questionnaire de Pfeiffer (SPMSQ), y el Test Verbal Semántica (FVS).
Problemas con la medicación en pacientes de edad avanzada
Se entrevistó a un total de 26 pacientes. Los fármacos más prescritos fueron los hipolipemiantes, los antagonistas de los receptores de angiotensina II y los inhibidores de la bomba de protones (Figura 1).
Figura 1. Gráfica del consumo de fármacos por grupos terapéuticos.
La carga anticolinérgica fue superior en los pacientes con puntuaciones compatibles con deterioro cognitivo. Por otro lado, se detectaron problemas relacionados con la medicación en 14 pacientes. Los más destacados fueron el tratamiento con benzodiazepinas superior a 4 semanas, el uso de inhibidores de la bomba de protones más de 8 semanas y el tratamiento con omperazol sin indicación clínica.
Estos resultados destacaron la necesidad de revisar el tratamiento farmacológico en pacientes mayores de 65 años. Su realización podría ayudar en la detección de problemas relacionados con la medicación, disminuir la carga anticolinérgica y promover la prevención de deterioro cognitivo.
Sobrepeso y riesgo cardiovascular: Aspectos clave a prevenir en pacientes de edad avanzada
En el estudio se vio que el 80,77% de los pacientes presentaba un índice de masa corporal superior al saludable. El 73% de los pacientes presentaron 3 o más factores de riesgo cardiovascular modificables (Figura 2).
Figura 2. Prevalencia del número de factores de riesgo cardiovascular
Tal como avala la bibliografía, el riesgo cardiovascular es también riesgo de deterioro cognitivo. Así, cabe resaltar la importancia del apoyo y seguimiento al paciente para promover estilos de vida saludables y mejorar la adherencia terapéutica.
Reserva cognitiva: Nuestro mejor aliado
La reserva cognitiva alta se dio en más del doble de pacientes sin deterioro cognitivo. En línea con este resultado, estudios demuestran que es de vital importancia potenciarla para tratar de proteger la cognición desde edades tempranas y contunuar con ello a lo largo de la vida.
Ideas finales
- Elaborar un protocolo de trabajo podría ser una herramienta útil para obtener un estado de situación completo del paciente, permitiendo dirigir acciones preventivas individualizadas destinadas a alcanzar un envejecimiento saludable.
- Dada su relación con el deterioro cognitivo, es necesario reevaluar el uso de fármacos anticolinérgicos y benzodiazepinas en personas mayores con el fin de buscar alternativas farmacológicas más seguras.
- El sobrepeso y la hipertensión arterial son 2 factores de riesgo cardiovascular muy prevalentes en nuestra población. Por ello, desde la farmacia comunitaria se debe hacer hincapié en llevar a cabo medidas dirigidas a aumentar la adherencia al tratamiento, disminuir el índice de masa corporal de los pacientes y reforzar su actividad física.
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Artículo adaptado a partir del Trabajo Fin de Grado de Gema Martínez Escrivá, recién graduada en el Grado de Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera
