Posiblemente todos hemos escuchado hablar, o nos suenan los medicamentos anticolinérgicos, pero ¿sabemos identificarlos correctamente?, ¿conocemos sus principales usos e indicaciones?, ¿podríamos identificar aquellos de mayor carga anticolinérgica?
Estas y otras cuestiones resolveremos en el blog de hoy.
¿Qué son los anticolinérgicos?
Los medicamentos anticolinérgicos son un grupo de fármacos que actúan a nivel del sistema nervioso central, inhibiendo de forma competitiva los receptores muscarínicos o nicotínicos, para disminuir así, la segregación de la acetilcolina.
¿Y la Aceticolina?
La acetilcolina, por su parte, es un neurotransmisor que participa en numerosas funciones, tales como motora, neuroendocrina, parasimpática, sensorial y cognitiva. Dentro de esta última, la acetilcolina participa en la formación de recuerdos, en la concentración, en el desarrollo de la atención y en el razonamiento lógico.
Síntesis de la acetilcolina:
Tal y como se aprecia en la imagen, la acetilcolina se produce a partir de la Colina y de la Acetil CoA, mediante la intervención de la enzima Colina acetiltransferasa.
Como resultado, se produce Acetilcolina, que, mediante la acción de la Acetilcolinesterasa. Ello origina Colina y Acetato, siendo el primer de los productos el elemento que servirá nuevamente para la producción de acetilcolina.
¿Cuáles las principales indicaciones de los anticolinérgicos?
Existen numerosos usos y aplicaciones, en función del receptor sobre el que actúen. No obstante, aquellos que actúan sobre los receptores muscarínicos suelen ser los más empleados.
La aplicación de este grupo farmacológico es variada, siendo ampliamente empleados en la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), en el tratamiento de incontinencia urinaria o en la enfermedad de Parkinson, entre otros.
Del mismo modo, existe una gran variedad de fármacos que, pese a que no se emplean principalmente como anticolinérgicos, presentan dicho efecto de manera inherente. Ejemplo de ellos son ciertos antihistamínicos H2, antidepresivos y ciertos medicamentos empleados para el tratamiento de las náuseas y los vómitos, tales como la domperidona o la metoclopramida.
¿Y sus reacciones adversas? ¿En qué grupos estarían contraindicados?
A nivel central, se ha asociado al consumo de anticolinérgicos diversas reacciones adversas, tales como hipertermia, o elevación de la temperatura corporal, delirium y compromiso cognitivo. A nivel periférico, este tipo de fármacos ha sido asociado a sequedad de boca, visión borrosa, glaucoma, a estreñimiento y a íleo.
Debido a sus efectos adversos, a la disminución de la capacidad metabólica asociada a la edad y a la elevada polifarmacia característica en ancianos, no se recomienda su uso en este grupo poblacional.
¿Cómo podemos saber si nuestros medicamentos presentan carga anticolinérgica?
Puesto que no todos los medicamentos presentan efecto anticolinérgico o el mismo grado de este, existe un término llamado “carga anticolinérgica” (anticholinergic burden en inglés), que representa la cantidad de efecto anticolinérgico de cada fármaco.
Para conocer la carga anticolinérgica de los fármacos, se han diseñado diversas escalas que los clasifican en función de si tienen una carga anticolinérgica alta, media o baja, siendo una de las más conocidas la Anticholinergic Cognitive Burden (ACB). Esta última, clasifica la carga anticolinérgica según el criterio anterior, adjudicándole un 1 al fármaco si presenta baja carga anticolinérgica y un 3 si es alta.
El empleo de estas resulta, por tanto, de gran utilidad para los profesionales sanitarios a la hora de prescribir fármacos en población geriátrica.
Relación con el deterioro cognitivo
Pese a que los efectos adversos anteriormente descritos son ampliamente conocidos por los facultativos, numerosos estudios siguen realizándose hoy en día para mejorar la compresión sobre el mecanismo de acción de las dichas interacciones, así como para comprobar el grado de afectación de estas.
Por lo que respecta al Alzheimer, en 1976 se hallaron concentraciones de la enzima colina acetiltransferasa hasta un 90% más bajos de lo normal en pacientes con EA.
Como hemos visto, el déficit de esta enzima impide la producción de acetilcolina y, por ende, la transmisión del impulso nervioso a sus receptores, afectando entre otros, a la función cognitiva descrita. Esta enzima es vital para la producción de acetilcolina, por lo que se postuló que la enfermedad de Alzheimer podría estar originada por la deficiencia de esta sustancia cerebral.
Por otro lado, y como sabéis, en la actualidad la hipótesis principal es que la EA se debe a un acúmulo de placas amiloides y de ovillos neurofibrilares. No obstante, existen estudios en animales que demuestran que la supresión colinérgica promueve la formación de estas placas y ovillos y la neurodegeneración en regiones cerebrales vulnerables a la EA, deteriorando así las áreas de memoria y aprendizaje.
Interacción con los inhibidores de la acetilcolinesterasa
En cuanto a los inhibidores de la acetilcolinesterasa, estos son fármacos empleados por defecto frente a la EA. Ejemplo de estos fármacos son el donepezilo, la rivastigmina y la galantamina.
Respecto a su mecanismo de acción, como bien indica el nombre, actúan inhibiendo la enzima responsable de la degradación de la acetilcolina, la acetilcolinesterasa. Ello conlleva un aumento de la concentración de acetilcolina y, por ende, la transmisión del impulso nervioso.
Así, si aumentamos la concentración de acetilcolina y bloqueamos los recetores de la misma, se produce un aumento de acetilcolina, que, al no ser ni degradada ni transmitida, ocasiona toxicidad, observándose sequedad de boca, estreñimiento, retención urinaria, visión borrosa, delirium y deterioro cognitivo.
Estudios recientes
Existen estudios que relacionan directamente la carga anticolinérgica de los medicamentos con fragilidad y deterioro cognitivo. Por otro lado, Kusljic, S y colaboradores advierten que se debe tener precaución cuando se consumen varios fármacos de baja carga anticolinérgica debido a sus propiedades cumulativas.
Además, ciertos estudios señalan una relación directa entre el uso de anticolinérgicos y la presencia de atrofia cerebral, especialmente entre los portadores de la APOE4.
En un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Neurology, de la Academia Americana de Neurología, Weigand y colaboradores mostraron una fuerte asociación entre el consumo de anticolinérgicos y la presencia de deterioro cognitivo. Así, se vio un riesgo hasta 7 veces mayor entre aquellos pacientes ancianos que tomaban anticolinérgicos ACB3 y presentaban factores genéticos asociados a la Enfermedad de Alzheimer, respecto a los pacientes que no tomaban anticolinérgicos ni presentaban factores de riesgo genético.
Por otro lado, se observó que, en el 57% de los casos, la dosis de medicamento anticolinérgico administrada a los pacientes geriátricos era el doble de la mínima eficaz para población geriátrica.
Así, se ha visto una asociación entre el aumento de caídas y la pérdida de memoria en pacientes ancianos que consumen este tipo de medicamentos, por lo que evitar fármacos de elevada carga anticolinérgica en pacientes geriátricos sería recomendable en la medida en que ello fuera posible.
¡Nunca es demasiado pronto!
Artículo escrito por Gemma García Lluch, doctoranda en CEINDO y miembra de la Cátedra DeCo
Bibliografía:
- Dyer AH, Murphy C, Segurado R, Lawlor B, Kennelly SP; NILVAD Study Group. Is Ongoing Anticholinergic Burden Associated With Greater Cognitive Decline and Dementia Severity in Mild to Moderate Alzheimer’s Disease? J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2020 Apr 17;75(5):987-994. doi: 10.1093/gerona/glz244. PMID: 31613323.
- Kusljic S, Woolley A, Lowe M, Manias E. How do cognitive and functional impairment relate to the use of anticholinergic medications in hospitalised patients aged 65 years and over? Aging Clin Exp Res. 2020 Mar;32(3):423-431. doi: 10.1007/s40520-019-01225-3. Epub 2019 May 23. PMID: 31124057.
- Sargent L, Nalls M, Amella EJ, Mueller M, Lageman SK, Bandinelli S, Colpo M, Slattum PW, Singleton A, Ferrucci L. Anticholinergic Drug Induced Cognitive and Physical Impairment: Results from the InCHIANTI Study. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2020 Apr 17;75(5):995-1002. doi: 10.1093/gerona/gly289. PMID: 30590397; PMCID: PMC7357452.
Muy buen artículo Dra. es increíble. Cuánto le hace falta a nuestros médicos conocer este tipo de información científica útil para poder decidir conforme a minimizar los daños en el paciente.