Los alumnos de 4º de Educación Primaria e Infantil han asistido el día 30 de noviembre a una sesión enriquecedora sobre dislexia. Miriam Ivorra, actual estudiante de la UCH-CEU, ha explicado detalladamente tanto los problemas académicos que encuentran los niños con dislexia como aquellos emocionales derivados de esta dificultad en la lectura. Nos ha contado en primera persona cómo ella misma comenzó a luchar contra la dislexia y contra el sistema educativo, que no hacía otra cosa que recordarle que, con la dificultad que presentaba, nunca podría conseguir terminar ESO, ni bachillerato, ni mucho menos llegar a la Universidad. La cantidad de horas de estudio, la diversidad de estrategias y la variedad de trucos que ha tenido que poner en marcha para llegar hasta donde está hoy son señales de la dificultad que supone la dislexia.
Ningún profesor detectó el problema en el colegio. No fue hasta 5º de primaria cuando una logopeda le diagnosticó su dislexia. A partir de entonces, los profesores del colegio empezaron a entender que Miriam no era ni tonta ni tenía poco interés en los estudios, simplemente tenía una dificultad.
Hoy en día, Miriam, ayuda a otros niños con dislexia a perderle miedo a las letras. Utiliza diversos juegos a través de los cuales los niños leen, sin darse cuenta de que lo están haciendo (cartas, dominó…), y donde les permite desarrollar toda la imaginación y creatividad de los niños. «Esto no se ha hecho nunca en el colegio, Miriam, y no me puedo creer que este niño esté participando en la actividad» le dice su tutora de prácticas cuando Miriam pone en práctica algunos de estos juegos creativos.
Concluye su ponencia expresando una idea fundamental para los futuros maestros: con pocas variaciones en la actuación docente, estos niños se sentirían mucho más a gusto y le perderían el miedo a leer en voz alta, a escribir, a hacer exámenes y a tantas actividades que se dan por sentadas que se tienen que saber realizar correctamente durante el colegio. Asociando imágenes a las palabras, se aprende mejor.
Fue todo un placer y un gustazo escuchar su ponencia. Sin duda llegará a ser una gran maestra. ¡Enhorabuena!