Observación en Trastornos del Desarrollo

VelaLos alumnos del 2º curso del Grado del Grado Educación Infantil llevan a cabo con su profesora la Dra. Rocío López García-Torres la actividad “OBSERVACIÓN DE UNA VELA ENCENDIDA” enmarcada dentro de la asignatura Trastornos del Desarrollo y Altas Capacidades I.

La observación tiene su origen en la vida cotidiana. Sin haber recibido entrenamiento específico todos nosotros, cada uno/a a su manera, hacemos observaciones en diferentes dominios del mundo y, en base a estas, construimos conocimiento y experiencia.

Dos personas presentes en el mismo escenario no advierten las mismas cosas. Las personas vemos a diario animales, árboles, estrellas, vehículos… sin inmutarnos. Ver es natural, inmediato, indeterminado, sin intención. Mirar, en cambio, es determinado e intencional. Es preciso aprender a mirar.

En el campo de la educación miramos sujetos y no objetos. En consecuencia, debemos cultivar otra manera de mirar: es decir que los maestros no miran de cualquier manera, sino que lo hacen con atención y con detenimiento: observan.

¿Y qué nos interesa observar en el aula? Pues los procesos de interacción, las relaciones que se configuran, las que enlazan a maestros y alumnos, las situaciones conflictivas, las necesidades específicas, etc.

Entre la competencias específicas que habilitan para el ejercicio de la profesión de Maestro/a de Educación Infantil destacamos la de “identificar posibles disfunciones y velar por su correcta evolución” (Orden ECI/3854/2007), que responde a los principios de prevención y, en su caso, detección precoz de dificultades específicas en el progreso académico y/o en el desarrollo socio-afectivo de los niños. De ahí la importancia de la observación en la labor de los maestros, especialmente en la actualidad, bajo el prisma de la atención a la diversidad, es decir de la atención individualizada.

Es por eso que entre las opciones de esta asignatura está la de abrir una ventana a la observación. En la formación de los maestros la mirada debe ser educada para aprender a observar situaciones educativas específicas. Hay que aprender para llegar a ser un/a observador/a competente en el aula.

Todos hemos visto muchas veces una vela encendida… Pues bien, a pesar de parecer un hecho tan simple, permite comprobar a los alumnos cómo mediante la observación detenida y sistemática se pueden extraer más de cien constataciones. Para lo que es indispensable tener una inteligencia despierta. Además de interés y gran paciencia.

Se trata de una actividad simbólica para los futuros maestros, que permite comprobar lo valiosa que es la observación como instrumento para la identificación de actitudes, acciones y expresiones en los alumnos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí