Trastorno del sueño, factor de riesgo para el deterioro cognitivo

¿Qué es el sueño?

El sueño es un proceso fisiológico que no parece estar presente en todos los seres vivos. La importancia de este, está estrechamente relacionado con la salud integral del individuo, ya que tiene una función reparadora fundamental para el organismo.

Diferentes estudios han relacionado la interrupción del sueño y la alteración de los ritmos circadianos con alteraciones en el aprendizaje y la memoria dependientes del hipocampo. También se han encontrado evidencias que sugerían que las alteraciones en la respiración durante el sueño y los cambios en este, podrían ser un factor de riesgo en el desarrollo de deterioro cognitivo en los adultos.

¿Cuáles son las 4 etapas del sueño?

El sueño es un proceso cíclico que se divide en 5 fases de aproximadamente 90 minutos cada una.

Fase I o etapa de adormecimiento: Se trata de una etapa de transición hacia el sueño profundo. Es un sueño ligero donde son frecuentes los desvelos.

Fase II o etapa de sueño ligero: Ocupa, en la mayoría de casos, el 50% de los ciclos del sueño. El sueño se hace más profundo y disminuye la actividad muscular: la respiración y el ritmo cardiaco se ralentiza.

Fase III o etapa de transición: De corta duración (2 – 3 minutos). Nos acercamos al sueño profundo. Se produce un mayor aislamiento sensorial, se reduce el ritmo respiratorio así como la tensión arterial. Es en esta fase cuando aparecen los trastornos del sueño: los terrores nocturnos y el sonambulismo.

Fase IV, etapa de sueño profundo o sueño Delta: 20% del total del ciclo del sueño. En esta, se determina la calidad de nuestro descanso, determinante para la recuperación física y mental.

Fase de sueño REM o etapa de sueño paradójico: Es en la que soñamos y dura aproximadamente el 25% del tiempo del sueño. Predomina la actividad cerebral.

Trastornos del sueño

Los trastornos del sueño incluyen dificultades para conciliarlo o permanecer dormido. Podemos clasificarlos en cuatro categorías:

Insomnio: Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido.

Somnolencia diurna excesiva: Problemas para permanecer despierto.

Problema con el ritmo del sueño: Problemas para mantener un horario regular del sueño.

Conductas que interrumpen el sueño: Comportamientos inusuales durante el sueño (apnea del sueño).

¿Cómo afecta el sueño a los procesos cognitivos?

Se ha comprobado que, si se produce un sueño reparador tras un periodo de aprendizaje, las ideas se consolidan de una forma más eficaz y duradera, ya que ayuda a procesar la información inconscientemente y tomar mejores decisiones al estar despierto.

Existe cada vez mayor evidencia de las conexiones entre desajustes en el sueño y el desarrollo de deterioro cognitivo en los adultos. Los diferentes trastornos del sueño se pueden considerar un factor de riesgo en la progresión del deterioro cognitivo. De hecho, el insomnio de forma prolongada está asociado a problemas de memoria y concentración, llegando incluso a padecer trastornos del lenguaje. Una mala calidad de este puede estar causada por múltiples razones, siendo la apnea del sueño una de ellas, pues esta última genera hipoxia, la cuál contribuye a su vez a lesiones neurológicas presentes en enfermedades neurodegenerativas.

Por otra parte, se ha estimado que, en el caso de los pacientes diagnosticados con Alzheimer, el 40% de los mismos presentan alteraciones del sueño (sueño fragmentado, despertares nocturnos e insomnio), incluso en etapas más avanzadas presentan somnolencia diurna, con alteración de los ritmos circadianos.

Como conclusión, cabe destacar que el sueño si que afecta en el riesgo de tener deterioro cognitivo, por eso es necesario tener una buena higiene del sueño respetando las 5 fases por las que éste pasa.

Artículo realizado por Claudia Rovira Yago, alumna de 4º de Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera. Revisado por Mª Angélica Andrés Vidal, alumna interna de la Cátedra DeCo.

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