Las Sanciones de la UE y la Guerra Civil desde 1990: ¿Defendiendo la Seguridad Humana o Política Selectiva?

Albina Khansvyarova y Ramón Pérez | Ciencias Políticas UCH – CEU

Amenaza mundial, cambios políticos, globalización y protección del Estado son algunos de los muy actuales temas hoy en día si se presta atención a las últimas noticias mundiales. Una política de sanciones es muy importante y, por ello, es necesario entenderla no solo para los politólogos sino para todas aquellas personas que quieran aclarar sus opiniones desde diferentes puntos de vista.

¿Por qué son sancionados determinados conflictos civiles alrededor de todo el mundo por
parte de diferentes organizaciones internacionales y otros no? ¿Se está defendiendo la
seguridad humana o se trata de una política claramente selectiva?

A estas preguntas trató de responder Thomas Kruiper, profesor de la Saint Louis University y reconocido experto en el régimen de sanciones internacionales, en el marco de una muy interesante conferencia (impartida en inglés) acerca de las sanciones de la Unión Europea a nivel internacional desde 1990 pronunciada en la Universidad CEU – Cardenal Herrera de València. Y es que son ya cincuenta y ocho los conflictos civiles que se han sufrido y vivido alrededor de todo el globo desde finales de la centuria pasada.

Centrándose mayoritariamente en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el cual constituye una parte de su investigación junto con la Unión Europea, el ponente analizó si son efectivas las sanciones promovidas desde organismos como estos y cuáles son sus objetivos, a lo que respondió que “hay una gran diferencia entre lo que es la ONU y lo que verdaderamente hace en el terreno de la práctica”. Resaltó que el seno de las Naciones Unidas se halla lleno de debates académicos acerca de para qué sirven sus
departamentos: Derechos Humanos, armas químicas… toda una serie de disposiciones de diversa índole recogidas en los diferentes tratados de la organización.

El artículo treinta y nueve del capítulo siete de la Carta de las Naciones Unidas fue calificado por Kruiper como lo que “verdaderamente sanciona”. Con todo ello, dicho epígrafe afirma que “el Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz […] y […] decidirá qué medidas serán tomadas para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”. Así, subrayó que es lógico que existan diferencias acerca de lo que se considera delito para la ONU y para los ciudadanos de a pie. Y es que resulta que las opiniones difundidas no siempre son verdaderas si se comprueba la estadística de los datos actuales. En el caso de las sanciones, existen diferentes hipótesis: por qué los estados las imponen, de qué dependen y si los estados sin sanciones viven mejor.

Thomas Kruiper en la CEU-UCH

En este sentido, Kruiper ofreció una nueva herramienta que, sin duda, facilitará la
investigación a los actuales alumnos de Ciencias Políticas: Fragile States Index, o lo que
es lo mismo, el Índice de Estados Frágiles. Si un país se posiciona dentro de la escala
con un cero, es un “país sano”, como Dinamarca o Países Bajos. España, a modo de
ejemplo, se ubica en el puesto número treinta y ocho.

La primera respuesta a por qué imponer sanciones es la seguridad humana. Es muy lógico que los Estados reciban sanciones cuando hay una amenaza contra los Derechos Humanos, violencia, terrorismo… Y, como criterio principal, la muerte de miles de personas. Pero, ¿cómo medirlo? Es posible calcular personas perdidas, pero no así la muerte. Esta no siempre es sinónimo sanciones, pues hay otros factores, como la guerra civil, que también pueden conllevar muchas víctimas.

Otra hipótesis es la seguridad del Estado: cuando diferentes gobiernos quieren proteger a sus países, asuntos de corrupción, refugiados… conllevan sanciones. La protección de las fronteras y la lucha contra el terrorismo parece evidente, pero los datos del fracaso de  los Estados muestran unas cifras prácticamente idénticas: noventa y cuatro países con sanciones contra ochenta y seis que no las padecen. Sobre todo, no se puede fijar la atención solo en el terrorismo islámico, ya que en el mundo actual existen diferentes grupos de los que no se piensa generalmente y a los que no se tienen en cuenta. Resaltó que hay excepciones, como Siria, Irak o Burundi. Para él, son excepciones que hay que seguir con rigurosa observancia, por ejemplo, como con la crisis de los rohingya en Myanmar. Y es que resulta fundamental subrayar que, en ocasiones, no hay un régimen  especial de sanciones para un determinado conflicto civil: fue definido este hecho por Kruiper como “war on terror”.

Otra de las conjeturas es que las sanciones pueden depender de los intereses de los Estados, momento en que se observan muchas alianzas con “amigos y enemigos”. Incluso en determinados momentos son potencias como China o Rusia quienes manejan la situación de acuerdo con sus intereses y su derecho a veto en el Consejo de Seguridad. No importa si se ha perdido la seguridad, si mucha gente ha fallecido… “Todo discurre entre la oficialidad y la inoficialidad”, destacó. Además, señaló que hay un índice a través del cual se puede saber cuánta influencia tiene un país en el panorama  internacional. Es más difícil imponer sanciones a los países que cuentan con el índice más alto, esto es, 1.3%; sin embargo, existen otros países como Costa de Marfil o Mali que son mucho más débiles y tienen un 0.3% en la escala: son los “weak targets”. Así pues, son más estratégicos territorios como India o Indonesia, por lo que no serán sancionados estos últimos para no perder la amistad con las principales potencias del planeta.

Thomas Kruiper en la CEU-UCH

Asimismo, los países del este de Europa también son, por otra parte, frecuentemente ignorados por el sistema. Resulta que las sanciones son un instrumento esencial de la política exterior y de seguridad común también de la Unión Europea que pretenden producir un cambio en la política o la conducta de aquellos a los que van dirigidas. Es importante entender si son un instrumento eficaz o no para construir el mundo futuro, que depende solo de nosotros mismos.

Así discurrió la conferencia, preguntándonos y sorprendiéndonos constantemente con las estadísticas. Era increíble ver todos los datos proporcionados, con todos los países desde finales del siglo XX en una tabla enorme de todos los estados participantes en el proceso. Un proceso que, como se ha visto, depende de muchos factores. Con todo ello, es necesario preguntarse en la actualidad si estas sanciones son útiles para regular el sistema internacional y olvidar los conflictos civiles que se han sucedido desde 1990.

Sobre Thomas Kruiper

Definido por la profesora de la UCH – CEU, Susana Sanz como “un buen modelo a seguir, arquetipo de una gran producción científica y comprometido con la investigación política”, Kruiper es profesor de Teoría Política, entre otras asignaturas, en la prestigiosa Saint Louis University, centro universitario internacional que cuenta con uno de sus campus en Madrid. Con raíces en Holanda, es además profesor en el Instituto de Empresa – Business School y consultor de varias ONGs cuyos ámbitos de actuación se sitúan fundamentalmente en lugares desfavorecidos de África. De acuerdo con las palabras del propio Kruiper pronunciadas ante los asistentes, “combina teoría y práctica con la universidad y actividades en ONGs”.

A pesar de su corta edad, Kruiper ha recorrido ya prácticamente la mitad del  mundo cosechando toda una serie de vivencias distintas en territorios diferentes, especialmente reseñables sus años de investigación en la Uppsala Universitet de Suecia. Allí, desarrolló profundos estudios en torno a los Derechos Humanos y la paz “con un programa de datos muy extenso”. Sin embargo, para el profesor “los datos tampoco importan mucho”. Eso sí, ha trabajado, trabaja y avisa de que seguirá trabajando en la que podría ser calificada como la obra de su vida: un realmente amplio, completo y extenso gráfico en que analiza desde el número de muertes hasta las diversas sanciones que fueron impuestas, de entre otros muchos datos, de los cincuenta y ocho conflictos civiles vividos entre 1990 y la actualidad.

*Post redactado por Albina Khansvyarova, estudiante erasmus de Ciencias Políticas (Universidad Estatal de Moscú), y por Ramón Pérez Valiente, estudiante de Ciencias Políticas/Relaciones Internacionales y Periodismo de la CEU-UCH.

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