¿Qué relación existe entre la tecnología y la creatividad?

“Detrás de Black Mirror” es el título de la conferencia que impartieron los alumni Paula Benlloch y Carlos Iranzo, junto con la profesora Chari García. En su charla, los ponentes trataron la relación que se establece entre la tecnología y la creatividad.

Empezaron compartiendo un dato interesante: las probabilidades de que un creativo sea sustituido por un “cyborg” no alcanzan el 35%. ¿Sabes por qué el porcentaje de probabilidades es tan bajo? Porque no es posible mecanizar la creatividad.

Los ponentes de la conferencia "Detrás de Black Mirror"
Los ponentes de la conferencia «Detrás de Black Mirror»

Tal y como nos enseñaron a lo largo de la conferencia, como publicitarios, no debemos temer (ni amar) a la tecnología. Tan solo conocerla y utilizarla para engrandecer la base de toda acción comunicativa: la idea creativa. Y para llegar hasta ella, es suficiente con tener papel, boli y una combinación de dosis de intuición, emoción y estrategia. La campaña de The New York TimesThe truth is hard” nos demuestra como en estos «tiempos TEC” en los que vivimos, sigue siendo suficiente papel y boli para tener una idea que nos permita conectar con el target.

 

El futuro es algo que desconocemos, aunque sí tenemos consciencia de que estará protagonizado por grandes avances tecnológicos (algunos ya hablan de Cuarta Revolución Industrial). Sin embargo, detrás de toda la tecnología se esconden conceptos que sí conocemos y que además, han existido siempre. Algunos de ellos son la innovación, la cultura, las personas y la emoción (el corazón).

Innovación:

No puede existir innovación sin creatividad. La cadena de supermercados Aldi demostró que, con creatividad, se puede innovar en el uso de medios tan “convencionales” como la prensa escrita. La campaña «Fresh Prints» ideada por la agencia Mc Cann Wordgroup sirvió para que Aldi se presentara como proveedor de productos frescos. “Tan frescos como la noticia que acabas de leer”

Cultura:

¿Es posible aumentar el número de visitantes a un museo cuando la gente está cada vez más alejada del mundo cultural? Este es el reto al que se enfrentó la agencia Leo Burnett cuando preparó la campaña “La habitación de Van Gogh” para el Instituto de Arte de Chicago.

La campaña consiguió crear una vivencia única gracias a la tecnología. Los usuarios podían vivir la experiencia de pasar una noche “dentro” de uno de los cuadros más famosos de Van Gogh.

Personas:

Algunas personas nos ayudan a creer, a confiar… y también a comunicar. Greenpeace supo aprovecharse del valor de implicar a los usuarios en su campaña, “¿Esto es tuyo?”. Conociendo que las empresas no tienen planes para frenar la contaminación por plásticos, la organización ecologista trató de implicar a las marcas responsables, en parte, del problema medioambiental. En este caso, las personas sirvieron para amplificar el mensaje de Greenpeace. La campaña tuvo mucho éxito en Redes Sociales.

Corazón:

“La gente olvidará lo que dijiste, incluso lo que hiciste, pero nunca olvidará como les hiciste sentir”. Esta frase de la activista Maya Angelou incita a apelar a los sentimientos y a las ideas creativas que son capaces de emocionar. Que la tecnología tiene un componente “poco humano” y frío es una creencia que la campaña de Google “Dear Sophie. The web is what you make of it” consigue poner en duda.

La tecnología está en constante evolución y es bueno que conozcamos hacia dónde se dirige, pero no podemos olvidarnos de la importancia de emocionar, de llegar al corazón del público.

La conferencia «Detrás de Black Mirror» tuvo lugar en el marco de la Jornada «Love Ads: Tendencias de comunicación publicitaria para tu empleabilidad«. ¡Gracias Paula, Carlos y Chari por una charla tan inspiradora! Seguiremos creyendo en el valor de las ideas .

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