David Rodríguez es alumni de Publicidad y Relaciones Públicas y trabaja como Director de Planificación Estratégica en Cheil Worldwide, del grupo Samsung. Se trata de una agencia fundada en 1973 y que ya tiene presencia en los cinco continentes. La trayectoria profesional y vital de David nos ha permitido hablar con él de los retos de trabajar en un mercado global, de las competencias que el sector de la Publicidad demanda, de la importancia de aprender constantemente y de cómo algunas de nuestras decisiones marcan nuestra vida para siempre.
David, ¿a qué retos diarios crees que se enfrenta una empresa internacionalizada como Cheíl?
Creo que el principal reto de una empresa con estas características es mantenerse relevante y útil en un entorno que está cambiando constantemente.
En Cheíl ahora mismo estamos virando el rumbo hacia la consultoría digital. Las marcas están cada vez más interesadas en que les ayuden a saber utilizar los entornos digitales para crecer a nivel de negocio. Para ello están buscando partners que les puedan dar ese servicio y lo están encontrando normalmente en consultorías como Accenture, Deloitte, etc. Por tanto, Cheíl tiene este reto a nivel internacional: competir tanto con las consultoras como las agencias y ofrecer campañas de publicidad que ayuden a crecer y que vayan asociadas a unas estrategias de crecimiento de negocio a través del uso de CRM, e-comerce, etc.
«Las marcas están cada vez más interesadas en que les ayuden a saber utilizar los entornos digitales para crecer a nivel de negocio»
Trabajas en una empresa internacional, ¿tu equipo está repartido por el mundo?
Existe una red europea de planners y estamos conectados a través de una plataforma de slack para charlar y compartir proyectos. Sin embargo, normalmente nosotros trabajamos proyectos a nivel local. Lo que ocurre es que cuando, por ejemplo, Samsung lanza un brief para la campaña global de un nuevo dispositivo, a veces convoca a los equipos creativos y de estrategia de España y de todo el mundo para participar en la propuesta que se presenta en EEUU. Ese podría ser otro reto de Cheíl España, exportar lo que hacemos aquí a otros mercados y a otros países. Ahora mismo, disponemos de medios para entender la problemática del mercado de un país diferente al tuyo y poder dar una solución de comunicación, independientemente del lugar en el que estés físicamente.
«La deslocalización es una de las grandes ventajas del mercado actual»
¿Qué tipo de soft skills dirías que son necesarias para trabajar en Publicidad?
Yo creo que la empatía. Para los trabajos en equipo es básico poder entender que delante de ti hay una persona que tiene problemas diferentes a los tuyos.
Otra soft skill necesaria sería la predisposición a encarar proyectos en los que no eres experto. En estos casos, conviene open-minded y afrontar la incertidumbre con tranquilidad. Creo que lo más importante en un tipo de trabajo así es poder tener conversaciones sobre temas de los que no tienes ni idea. Asumir que no pasa nada, que tú tienes otras fortalezas y que de la unión de ideas y bagajes salen cosas mejores.
Has dicho antes que uno de los retos era mantenerse relevantes en un mercado muy cambiante. ¿Qué valor le das a la adaptación al cambio?
Siempre he buscado aprender. Estar en un sitio rodeado de gente que sepa más que yo y de estímulos para crecer. Una frase que escuché recoge esta idea: “si tú eres el más listo de la sala, estás en la sala equivocada”. Intento aplicar esta filosofía en mi día a día. Cuando he notado que ya no aprendía, me he movido a otros sitios a hacer cosas que no sabía hacer. Esta inquietud me llevó a montar mi propia agencia y me obligó a meterme en cosas totalmente desconocidas para mí. Tuve que saber ponerle precio a lo que hacía, hacer labor comercial, producir… muchas cosas que se excedían de “pensar”, que era lo único que yo había hecho hasta entonces. Gracias a esta experiencia, a la faceta de creativo se sumó la de empresario y la de creativo-empresario me llevó a la de planning. Me siento orgulloso de haber ido dando esos pasos a lo largo de mi trayectoria profesional. Eso me ha obligado a aprender, a leer cosas que de otra forma no hubiera leído, a hablar con gente que de otra forma no hubiera conocido, etc.
«Para los trabajos en equipo es básico poder entender que delante de ti hay una persona que tiene problemas diferentes a los tuyos»
David, en tu descripción en la web de Cheil pone algo así como que “si dices que eres digital, no lo eres en realidad” ¿Nos lo explicas?
Esa frase la escuché en una conferencia a la que asistí. Se refiere a que, al fin y al cabo, la gente no hace esa diferencia. La gente vive, va a una tienda, usa el móvil, mira la tele… y creo que cuando hacemos Marketing le ponemos nombres a todas esas cosas. Decimos que algo es digital o no lo es, o que es online, offline… Creo que esto tiene un riesgo. Nos puede hacer anteponer las reglas al juego. Que se nos olvide que al final, lo que tienes que hacer es decir algo que le importe a la gente y eso lo puedes hacer con un insight digital o no.
«Al final, lo que tienes que hacer es decir algo que le importe a la gente»
¿Qué te han enseñado todas las vueltas que has dado por el mundo?
¡Me han enseñado que en España se vive muy bien! (risas). Que la cultura española es encantadora porque es sociable y cercana y que eso es muy bueno para aprender, crecer y para conectarte con gente. También he aprendido a estar solo, a valorar el tiempo de soledad para hacer introspección y saber qué haces, hacia dónde vas y qué quieres.
Vivir en varios sitios (Valencia, BCN, Madrid, NY, Buenos Aires…) me ha abierto la mente y me ha convertido en alguien inquieto, poco acostumbrado a asentarme. Estar en lugares nuevos te hace conocer gente diferente, probar cocinas diferentes, estar alerta, tener cuidado… Eso supone un entrenamiento de habilidades necesarias para “defenderte” del mundo que cuando estás en tu zona de confort, vas adormeciendo.
