Sobre el comercio electrónico

La alumna Maria Jacinta Sospedra ha escrito el siguiente post:

«Hemos visto que la venta sobre internet ha cambiado y ha crecido rápidamente en  los últimos años y este crecimiento no parece disminuir mucho. Todos los sectores disfrutan de este medio de venta que es un buen escaparate para ofrecer sus productos y a un coste no excesivamente elevado.

Se puede observar como, poco a poco, ha cambiado nuestra manera de consumir. Para las empresas que quieren vender en internet,existe una gran competencia en España y en otros países. En Internet hay una puerta para vender “libremente” (“” ya que existe una ley para la regulación de la compra-venta online. La Ley 34/2002, de servicios de la sociedad de la información y del comercio electrónico,  es la norma reguladora del comercio electrónico y de otros servicios de internet cuando sean parte de una actividad económica. En ella se establecen determinadas obligaciones de información para aquellas empresas que realizan comercio electrónico y, asimismo, se regula la actividad publicitaria por vía electrónica. Estas obligaciones de información se ven ampliadas para aquellas empresas que celebren contratos por vía electrónica, con la finalidad de reducir la inseguridad jurídica de la operación) y sin un medio como este podemos ver ahora que 80% de empresas que han quebrado no utilizaban internet.

Consideramos indispensable tener presencia en la web de alguna forma, como una página web propia o una página en Facebook. Existe una gran multitud de internautas decididos a comprar por internet y son fáciles de identificar gracias a las cookies (Aunque nunca hayas llegado a completar una compra, es muy probable que en alguna ocasión hayas añadido algo a un carrito online. Pues bien, el origen de las cookies proviene precisamente de este carrito online. Para que uno pueda añadir un producto a la cesta de la compra digital y seguir viendo otros productos mientras se guardan los datos de lo que hemos seleccionado para comprar, es necesario que esos datos se almacenen en algún lugar. Una página web no puede almacenar los datos de todos los compradores, y aunque así fuera, no podría relacionarlos directamente con cada uno de nosotros. Sin embargo, todo es mucho más sencillo cuando los datos se almacenan en el navegador. En Chrome, Firefox, Explorer, Opera o cualquier otro navegador, se guardan esos productos que hemos añadido al carrito. Por eso, cuando accedemos horas después, siguen estando ahí, porque los datos todavía no se han borrado de la memoria del explorador).

A las empresas se les presenta una mayor facilidad para hacer publicidad por internet, además de presentar unos costes menores que la realización de los mismos spots en televisión.

España tiene un buen volumen de negocios sobre el internet pero no es comparable a los datos estadounidense o chinos. Además el mundo en el que vivimos muestra que el crecimiento de internet no tiene fin. En el futuro, nuestras neveras tendrán acceso a internet para comprar más rápidamente los productos cotidianos sin tener que ir ni al supermercado ni al ordenador para adquirirlos.

Internet cambia nuestra manera de consumir y crea un nuevo modelo económico. Los datos y ejemplos que hemos visto muestran una primera revolución de internet pero pensamos que podemos esperar a otra revolución que será más grande y afectará económicamente a todo el mundo.»

 

 

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