Sobre Scrooge, Ivan Ilich y otros personajes

A veces los valores, metas y prioridades que teníamos en la vida por determinadas circunstancias cambian abruptamente. Ejemplos literarios y cinematográficos hay muchos y muy señalados. Quizás el más famoso de todos sea Cuento de Navidad de Charles Dickens escrito en 1843. Nos cuenta como el protagonista, Ebenezer Scrooge, un hombre avaro, egoísta, de corazón duro que tiene como única prioridad en su vida el dinero, se transforma en alguien generoso y amable. La causa del cambio son los fantasmas del pasado, presente y futuro que le hacen ver el cambio que experimento en su vida en el pasado; a lo que renuncio por su querencia por lo material; lo miserable de su vida presente, y, la soledad y olvido que le esperan en el futuro.

Leon Tolstoi con su pluma perfecta nos dejó un ejemplo memorable cuando escribió en 1886 la muerte Ivan Ilich. En este caso Ivan Ilich vivió como los valores de la sociedad predominante decían que había que vivir para tener una buena vida. Se esforzó para pertenecer a la aristocracia rusa y lo consiguió. Era una persona con poder pero no abusaba de él, le gustaba que le admiraran, llevaba una vida superficial basada en aparentar y tener éxito. Se rodeo de gente importante. En la cúspide de su éxito cae enfermo y se da cuenta de la vacuidad de su vida. Su vida había sido y era solo apariencia, incluso las relaciones con su mujer y sus hijos estaban vacíos de contenido. Se dio cuenta que había desperdiciado su vida y no le quedaba tiempo para solucionarlo.

El gran director japonés Akira Kurosawa firmó junto al guionista Hideo Oguni en 1952 la película Vivir. Hideo Oguni se inspiró en la muerte de Ivan Ilich para elaborar el guion de Vivir. La idea era situar la epifanía del protagonista que le hace darse cuenta de lo errado de su vida antes de su final, de forma que le dé tiempo a cambiar su forma de vivir y escribir un epilogo de acuerdo a los nuevos valores. En la película de Kurosawa, Watanabe, enferma y dispone de un año para cambiar el rumbo de su vida antes de morir.

En la Republica, Platón expone su famosa alegoría: la alegoría o mito de la caverna. Unos hombres están encadenados dentro de una cueva, de forma que solo pueden ver la pared que tienen delante de ellos. Detrás de ellos se encuentra la abertura de la cueva, en la que hay un camino por la que pasan hombres llevando todo tipo de objetos. Detrás de estos hombres hay un fuego encendido lo que supone que los hombres encadenados solo ven las sombras de los objetos, nunca la realidad. Platón utiliza esta alegoría para dar a entender que estamos solo viendo sombras, lo que podríamos asemejar a la vida errónea que seguía Scrooge antes de la visita de los fantasmas, Watanabe antes de enfermar o Ivan Ilich durante toda su vida.

¿Y si los valores predominantes en la sociedades consumistas y materialistas son la vida equivocada? ¿Y si realmente estamos desperdiciando el tiempo limitado de nuestras vidas? Realmente responder a estas preguntas es quizás lo más importante que una persona puede hacer en su vida. En una próxima entrega intentaremos responder a estas preguntas basándonos fundamentalmente en la economía de la felicidad y la psicología positiva.

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