Las dos pequeñas cajas de ahorros que sobrevivieron

Cajas de ahorro

El alumno Eugenio de la Oliva ha escrito el siguiente post:

Todos estamos al tanto de la situación que vivieron las cajas de ahorros en España. Es algo increíble que de cuarenta y cinco cajas de ahorro existentes en el 2009, hoy en día solo queden dos, la Caixa Ontinyent y Caixa Colonya Pollença. Pero, ¿qué hicieron estas dos cajas para no ser parte de aquel 95% que no sobrevivieron?

Una de las amenazas más grandes de las entidades públicas es la politización. Es bien sabido que los políticos muchas veces no dudan en utilizar lo público para su beneficio, ya sea a la hora de buscar ser reelegidos u obtener dinero de manera corrupta. Vale la pena destacar que de 6.065 cargos existentes en las cajas, 2.087 fueron elegidos por partidos políticos, es decir, un 34%. En el caso de la Caixa Ontinyent los partidos tenían una representación del 50% (lo máximo permitido por ley) según el diario 20minutos.es, por lo que se puede concluir que la cantidad de políticos en las cajas no es del todo significativo.

Según Vicente Ortiz, Jefe de Secretaría y obra social Caixa Ontinyent en Valencia, afirmaba en un programa de LaSexta que “el consejo de administración y la comisión de control están politizados pero las decisiones que se toman no son con criterios políticos. Los técnicos son los que valoran los proyectos no los políticos”. Es decir, tanto Ontinyent como Pollença supieron separar la política de la verdadera función de las cajas de ahorros.

Otro factor importante es quizás que gozan de sentido común. Las cajas de ahorros fueron extremadamente laxas a la hora de entregar créditos, incluso entre 2001 y 2007, el crédito vinculado al sector de la construcción se expandió un 281%. Con respecto a esto Biel Bauçá, director general de Caixa Colonya Pollença, comenta que “nuestra estrategia siempre ha sido prestar lo que nos permitían los depósitos, con lo que no teníamos el perfil adecuado para las grandes inmobiliarias”.

En pocas palabras, los dos errores fundamentales de las antiguas cajas de ahorros son la politización, lacra que amenaza a las entidades públicas y la gran cantidad de créditos laxos, incluso los vinculados al sector de la construcción (una de las tantas de razones de la burbuja inmobiliaria). Caixa Ontinyent y Caixa Colonya Pollença evitaron caer en esto y pudieron sobreponerse a la crisis que vivió España para lograr colocarse como las dos cajas de ahorros existentes.

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