El profesor Carles imparte la asignatura de Inglés y de Educación Plástica en Inglés en los cursos de primero, segundo y tercero de Primaria. Realiza sus clases muy interactivas con sus alumnos, cantan canciones cortitas en inglés para sentarse y callarse, para aprender los días de la semana, a contar… tiene un amplio repertorio para cualquier situación que surja en clase.
Carles realiza una actividad de relajación al inicio de las clases siempre que el alumno venga o del patio o de casa. En ésta actividad va dando instrucciones y golpecitos con “bells”.
Al primer golpe se despeja la mesa.
Al segundo se inicia la relajación, en la cual va dando instrucciones.
Al tercero se termina la relajación y se hacen estiramientos.
Un día durante ésta actividad de relajación un alumno se puso a jugar con su nuevo reloj electrónico y me dirigí hacia él para confiscárselo temporalmente. Usualmente los niños cuando me dirijo a ellos para confiscarles el material que no deben poseer en ese momento se lo esconden bajo el “culete”, porque saben que de ahí no lo vas a coger, no obstante este niño me lo dio y al momento se le aguaron los ojos.
Carles le preguntó que le pasaba y se lo relaté. Éste lo tranquilizó diciéndole que se le devolvería al acabar la clase. Acto seguido su compañero de al lado (por empatía) se quitó el suyo y lo puso justo al lado del de su amigo en la mesa del profesor diciendo en voz alta: “Así no me desconcentraré” por lo que Carles le felicitó la acción.
Al instante se quitaron todos sus relojes y lo pusieron encima de la mesa del profesor y el profesor tuvo que decir que nadie más se quitara el reloj.
Aquello parecía en un momento el bazar del top manta.