Los alumnos de Magisterio colaboran en la FIRST LEGO LEAGUE

El pasado domingo, 24 de Febrero, se celebró la segunda edición de First Lego League, donde participaban 22 centros de distintos lugares de la Comunidad Valencia. Se trataba de una competición donde los propios alumnos montaban un robot mediante piezas de Lego, el cual tenía que hacer varias pruebas, como por ejemplo recoger una silla y ponerla en la mesa, tirar una pelota a unos bolos, dar vueltas a una especie de molinillo e incluso recoger al perro.

Al principio del día todo el mundo estaba nervioso, pero no sólo los alumnos participantes, tanto los voluntarios como los padres estábamos igual o incluso más impacientes que ellos. Cuando a cada voluntario nos asignaron nuestros colegios, íbamos un poco perdidos, pero eso no fue un problema dado que ayudándonos unos a otros, pudimos llevar a los alumnos a sus lugares correspondientes.

Nada más explicarles a los alumnos las «reglas» de los lugares, se pusieron manos a la obra, montaron su robot y su ordenador y empezaron a comprobar que no tuviera ningún error. Era fascinante como podían manejar el robot, sin mandos, sin cables, sin absolutamente nada, sólo un complejo objeto tecnológico donde mediante el cable le habían puesto las instrucciones anteriormente, con ello hacían que el robot hiciese todo tipo de maniobras. Lo más asombroso de eso era que si fallaba algo, alguien del grupo decía: «ponle 90, que está a 140» y cogían el ordenador ponían las instrucciones dichas y mediante un cable y unos simples minutos puestos en el robot, hacía que el robot ya fuese bien.

Otra de las pruebas a parte de las del robot, era que tenían  que exponer un «proyecto científico». En ello, tenía que exponer un problema habitual y conseguir mediante la tecnología ayuda a mejorar o solucionar el problema. Un ejemplo de esto fue que las personas mayores tenían problemas a la hora de tomarse los medicamentos, debido a su número de pastillas o la problemática de cuándo saber tomárselas, para ello, planearon hacer un reloj en el que cada vez que llegase la hora de tomarse las pastillas emitiese un pitido, el cual se puede configurar la intensidad del pitido dependiendo de las necesidades de cada persona, y en el caso de que hubiese personas mayores con un nivel de sordera considerable, vibraría. Al mismo tiempo que pitase o vibrara se enchufaría a luz de la pantalla donde pondría el número de pastillas o de sobres que se tiene que tomar y el nombre del medicamento. En dicha prueba también tenían que exponer un mural donde explicaban los valores que tenía que tener un grupo o que habían tenido ellos a la hora de hacer el robot.

Cuando ya habían finalizado todas las pruebas, nos reunimos todos en el Auditorio donde dieron las distintas copas a cada ganador y medallas a todos los participantes.

Gracias a First Lego League, nos damos cuenta que la tecnología está más que incluida en nuestras vidas, no solamente hace que los alumnos de los colegios se diviertan sino que aprendan con ella, tanto valores como a desarrollar dicha tecnología.

En mi opinión gracias a la tecnología estos alumnos han aprendido a ayudarse más entre ellos, a apoyarse cuando las cosas no han salido como esperaban. A pesar del madrugón que se hace ese día y de todos los días que le han dedicado para hacer el robot y su empeño, los niños se divierten mucho y yo, como voluntaria, estoy orgullosa de ellos, porque la complicidad que había entre ellos y cómo han sabido salir adelante en cada una de la pruebas y realmente, cuando un alumno de 14 años te dice: «profe que maja eres» a pesar de ser sólo su acompañante, te llena de alegría y satisfacción por haber ido. Desde aquí quiero darles las gracias por haber hecho que mi vocación docente haya crecido aún más sólo con estar medio día con ellos, realmente les echaré de menos y espero verles el año que viene. Gracias.

 Ester Roca Castelló   –   2º Grado de Educación Primaria

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