Gracias, Seño

Beatriz Martínez Portolés en el Colegio Santa Ana de Lliria

La fantástica sensación de estar haciendo las cosas bien

¿Conocéis esa sensación de que estás haciendo las cosas bien? Yo la he vuelto a tener gracias a una situación que puede vivir durante mie período de prácticas en una de las clases de 3 años en el Colegio Santa Ana de Llíria.

Habíamos planteado una actividad lógico-matemática. Los niños tenían que realizar series de tres elementos con unas chapas de botella que habíamos recogido entre todos. Me fijé en Sofía, una niña de la clase, que no la estaba haciendo y le pregunté:

  • ¿Qué te pasa Sofía? ¿Por qué no haces la serie?
  • Porque no sé hacerlas, Seño Bea -me contestó ella y se puso a llorar. llorando-.
  • Tienes que intentarlo, mira yo te ayudo y luego lo haces tú sola -le sugerí-.

Con paciencia y cariño, me puse con ella y lo intentamos varias veces. Utilizamos algunos de los personajes de los dibujos que a ella más le gustan: “Frozen” y “La patrulla canina” que son sus favoritos. Cuando parecía que Sofía había visto de qué se trataba, dejé que lo intentara ella y después de algunos intentos…. ¡lo había conseguido! Le di un abrazo y le dije:

  • ¡Lo has conseguido tú sola! ¡Muy bien! Estoy muy orgullosa de ti.
  • Es que tú me has enseñado muy bien Seño. -Me contestó ella con una sonrisa de oreja a oreja-.

Cuando la escuché decir esto y vi su cara me invadió esa sensación de la que hablaba al principio. Supe darle el apoyo y la confianza necesaria para superar un pequeño obstáculo que para ella  era toda una montaña. Ver la felicidad en la cara de Sofía (en cualquiera de tus alumnos) y escuchar su agradecimiento es la mejor sensación del mundo.

Situaciones como esta, no hacen sino confirmar que mi vocación es la de maestra. Cuando en la Universidad voy agobiada por exámenes o trabajos (el de Metodología de la Investigación me está resultando un hueso duro de roer) recuerdo esta y otras situaciones similares y cojo nuevas fuerzas para seguir adelante. Y es que a lo que me quiero dedicar el resto de mi vida es ayudar y enseñar a los niños pequeños.

Beatriz Martínez Portolés.

Alumna del grado en Educación Infantil de MAGISTERIO UCH-CEU.

 

 

 

1 COMENTARIO

  1. Que bonito…sigue persiguiendo tus sueños,son necesarios los docentes como tu con tanta pasión e ilusión.Enhorabuena!!

    Mi gran vocación siempre fue la enseñanza pero por un problema familiar grave tuve que dejar de estudiar con 19 años,una pena que me perseguirá siempre…

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