Herbert Hoover y la Gran Depresión

La Gran Depresión de 1929 marca un antes y un después en las políticas económicas de nuestra historia. Se suele llamar a esta gran crisis el “fracaso del liberalismo económico” por muchas razones. Todas ellas confundidas y engañosas para hacer que la intervención del Estado en nuestras vidas sea cada vez más legitima de alguna forma.

Una de las grandes consignas que esgrimen los keynesianos en contra del capitalismo de libre cambio es, que el Presidente Herbert Hoover durante el inicio de la Gran Depresión de 1929 se dedicó a hacer políticas de “laissez-faire”. Durante su mandato y que eso agravó más aún la crisis que había causado, como ellos afirman, la intrínseca especulación capitalista.

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Herbert Hoover, presidente de EEUU entre 1929 y 1933

Herbert Hoover fue presidente desde 1929 hasta 1933. Entró en la presidencia durante la época de bonanza producida por la artificial expansión del crédito que se realizó durante esos años. Al estallar la Gran Depresión muchos afirman que sus políticas fueron las comunes. Las que habían seguido siempre en los Estados Unidos durante las pequeñas crisis que habían tenido durante el gran y rápido desarrollo de su economía.

“dejar que la economía se reajustara sola”

Sin embargo vamos a disponer a desmontar esta gran falacia. Hoover se comportó como un keynesiano de libro después del crash bursátil.

¿Qué hizo Hoover?

Inmediatamente recortó los tipos del impuesto sobre la renta en un punto. Empezó a aumentar el gasto federal, incrementándolo en un 42% desde el año fiscal 1930 al 1932. Lo que  provocó un enorme efecto expulsión de la inversión privada que venía cayendo por el “crash”. Pero para apreciar realmente el keynesianismo de Hoover, debemos darnos cuenta de que este salto enorme en el gasto ocurrió en medio del colapso de los salarios y el consumo, debido tanto a la reducción en la actividad económica como a la deflación de precios de principios de la década 1930.

Esta combinación llevó a déficits sin precedentes en tiempos de paz bajo la administración Hoover . Su predecesor Calvin Coolidge había incurrido en superávit presupuestario en todos los años de su presidencia. Mantuvo el presupuesto federal prácticamente constante a pesar de la loca prosperidad de los “locos” años 20.

La verdadera razón por la que el desempleo se disparó durante la legislatura de Hoover no fue su aversión a los déficits. Ni tampoco su encaprichamiento con el patrón oro. Lo que lo diferenció de los anteriores presidentes fue su insistencia a los grandes negocios de que no recortaran los salarios. Ello en respuesta al colapso económico. La enorme rigidez de salarios a la que sometió a las grandes empresas hizo que éstas quebraran.

¿No es acaso esta una respuesta favorable de los keynesianos?

La fijación de precios es algo que destruye exponencialmente empleo como hemos visto en nuestro país. El paro en EEUU en esta época llegó a rozar el 30%, algo muy parecido a la España de nuestra época. La fijación de precios destruye empleo.

Herbert Hoover consiguió convertir su superávit de 700 millones de dólares en un déficit de 2.600 millones de dólares por 1932. El déficit de 2.600 millones de dólares de Hoover ocurrió porque gastó 4.600 millones mientras que sólo recaudó 2.000 millones en ingresos. Así, como porcentaje del presupuesto total, el déficit de 1932 fue impresionante.

Desde otro ángulo, el déficit de Hoover en 1932 fue del 4% del PIB. Lejos de ser el récord de alguien que recortó el presupuesto y mantuvo el gasto público a cero. Bien es cierto, que Hoover no aplicó directamente un New Deal como hiciera posteriormente Franklin Delano Roosevelt. Esta fue ya el culmen de las políticas de intervención que han llevado a los Estados Unidos a una inflación y devaluación constante del dólar.

En definitiva, el Presidente Herbert Hoover, si hizo algo. Es más, fueron sus políticas a tenor de los fascismos y socialismos de la época que llamaban a la intervención de cada aspecto de la vida en sociedad, los que agravaron enormemente la crisis económica. Bien es cierto que entraron muchos aspectos después con el “New Deal”.

Sin embargo, comportarse como un clásico liberal porque en absoluto lo fue. Sus constantes aumentos del gasto federal y el gasto público. Así como el sometimiento al rígido control de precios de la economía. También la subida indiscriminada de aranceles, la perversión del patrón oro clásico que había hecho del momento más próspero de la humanidad crecer fue lo que convirtió a la Gran Depresión en una crisis global.

Conclusión

Debemos dejar a un lado las falsas creencias de lo que en verdad ocurrió y ha ocurrido en nuestra crisis. La enorme intervención del sistema financiero global a través del monopolio estatal de imprenta de dinero fiat es el causante de la crisis. Para nada lo ha sido, el capitalismo de libre mercado.

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Este post ha sido escrito por los alumnos Julia Lledó, Patricia Ramírez y Miguel Aparicio.

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