Los Spartans es como son conocidos todos los equipos de la Universidad del Estado de Michigan (Michigan State University). Se caracterizan por su tenacidad y bravura. Como nuestros alumnos que acudieron al III Minds Wide Open en aquella universidad. Un programa intensivo de creatividad publicitaria en la que trabajaron con estudiantes de 4 continentes y bajo la tutela de más de 20 directores creativos. Ellos cuentan su experiencia. La Spartan Carlota Vilarrasa:
Este Septiembre tuve, junto con algunos de mis compañeros de clase, la gran oportunidad de asistir al Intensive Program que organiza la Michigan State University en Lansing, que tiene por nombre Minds Wide Open. Cuando se nos propuso el plan sabíamos poco de lo que realmente íbamos a hacer, pero la idea de viajar a EEUU y participar en un programa internacional de publicidad sonaba muy bien, y así empezó un poco todo. La verdad no teníamos ni idea de la que se venía encima.
La semana empezó el domingo para nosotros. Ese día tras una serie de presentaciones más formales y un par de charlas muy interesantes, nos entregaron el brief. Se trataba de Hoobie, una app que unifica todas redes sociales y filtra el contenido para que solo veas lo que realmente te importa. Un briefing muy abierto, que nos permitía moldear la marca y que saldría al mercado en dos semanas. Seguido del entusiasmo propio de conocer al cliente y tener el brief entre manos, llegó el momento de los grupos. Equipos internacionales de unas ocho personas tutorizados por dos mentores que venían de distintas agencias del mundo y con diferentes perfiles. Acostumbrados al grupito de clase de siempre, la incertidumbre y los nervios por conocer a mis compañeros y mis mentores eran importantes. En mi caso tuve el placer de trabajar junto con dos chinas, un mejicano, una alemana, dos americanas estudiantes de la MSU y mis mentores Leon Jacobs, director creativo en Boondoggle (Bélgica) y Jennifer Macfarlane, directora creativa en MullenLowe (Boston). Ese mismo día ya empezamos a trabajar en la campaña y sobre todo a conocernos un poco. Y todo esto en inglés claro…
El lunes marcó el ritmo de la semana, trabajar sin parar. A veces descansábamos para comer, otras comíamos en el aula. Poco a poco el inglés y la timidez dejaron de ser un problema. Para poder trabajar de forma más ágil dividimos el grupo según su cometido. Yo hice de planner junto con otra compañera y más tarde me encargué de llevar a cabo la parte audiovisual. Lo más gratificante de trabajar con personas de otras nacionalidades es conocer las distintas perspectivas que se plasman en sus ideas, llenas de referencias a sus culturas y estilos de vida. La semana pasó rápido y el jueves llegó, y con él las prisas para entregar el proyecto final. A las doce de la noche entregábamos la presentación después de tres días de duro trabajo, pero también de diversión. El viernes fue turno de las exposiciones. Los doce grupos realizamos las intervenciones demostrando un nivel muy alto. Me sorprendió lo que todos los grupos habíamos sido capaces de hacer en solo cuatro días.
Por último llego la gala, los premios y la fiesta de despedida, que nos dejó con aun mejor sabor de boca. Minds Wide Open ha sido una experiencia increíble de la que me llevo mucho y que sin duda repetiría. Así que cualquiera que tenga la oportunidad le animo a participar en este tipo de programas, seguro que no se arrepentirá.