Yesica Civera, de Prácticas en la Escuela 2 de La Cañada
En nuestro tiempo, el respeto por el entorno natural va cobrando cada vez más y más importancia. Separar y reciclar los desechos que generamos o tratar de malgastar la menor cantidad de agua posible suelen ser las medidas que más aconsejamos y animamos a poner en práctica a nuestros pequeños.
Todo eso está muy bien, pero no nos paramos a pensar que, en la actualidad, a muchos de esos niños los espacios naturales les pueden resultar unos enormes desconocidos. Y con esto no me refiero a que no sepan lo que es un bosque y ni qué se puede encontrar en él.
Hay que tener en cuenta que nuestros alumnos van cinco días al colegio, un recinto cerrado y delimitado; además, muchos de ellos realizan actividades extraescolares dos o tres días por semana, la mayor parte de las cuales se desarrollan también en recintos cerrados y/o delimitados, y que suelen pasar gran parte del tiempo libre que les queda en algún parque que, por lo general, ha sido construido en el centro de un núcleo urbano, o bien frente a la televisión, el teléfono móvil o la tablet. Por otra parte, a todos estos factores hay que sumar la ubicación en la que se encuentren sus residencias familiares y las costumbres propias de cada familia.
En Escuela 2, los alumnos de E.I. están de suerte, ya que para el colegio es muy importante que todos ellos aprendan y crezcan respetando la naturaleza. Para ello, han incluido en el horario de aula de los más pequeños dos excursiones semanales a los espacios verdes que lindan con el centro.
Estas escapadas se realizan los lunes y viernes por la tarde, y hay tres espacios para visitar: l´explanada, el barranc y els tobogans gegants.
En cada uno de estos lugares, a parte de correr, jugar y escalar, los niños aprenden a respetar la naturaleza, ya que se suele limpiar la zona de plásticos y papeles si se cree necesario en algún momento. También aprenden sobre los distintos seres vivos que van encontrando (plantas, árboles y animales), así como a respetar esa vida natural en todo momento.
Me quedé alucinada cuando fui partícipe por primera vez de esta propuesta que el colegio había creado de una manera tan simple y acertada. Y he de admitir que, casi cuatro meses después de esa primera vez, sigo sin dejar de sorprenderme con cada salida que hacemos, por diversos motivos: todas resultan ser distintas, siempre hay algo nuevo que encontrar y cada una de ellas termina siempre siendo especial.
A veces, las mejores propuestas pedagógicas son las que el propio entorno nos ofrece y en Escuela 2 saben, y muy bien, sacarle buen partido al suyo.
Yesica Civera Molina, alumna del Grado en Educación Infantil en MAGISTERIO CEU UCH