Lleons, lleones, gatets, girafes y unas maestras brillantes

Gloria Almiñana Rosalén  de prácticas en CRA Benavites-Quart

Apenas ha transcurrido poco más de un mes desde que comenzaron mis prácticas en el CRA Benavites-Quart de les Valls, concretamente en el aulario de este último, y tengo que decir que los días pasan volando porque cuando estás a gusto y feliz en un sitio el tiempo te recompensa así. Desde que empecé la aventura de ser maestra de Educación Infantil he tenido claro cómo quería ser y qué tipo de educación quería brindar a los niños y a las niñas con los que voy a coincidir. Y cómo la vida es muy sabia tengo la oportunidad de poder aprender durante estos meses de las mejores; hablo de la tutora de la clase de “Els Lleons i les Lleones” (3 años), de la de “Els Gatets” (4 años) y de la tutora de “Les Girafes” (5 años) porque, sin lugar a duda, reúnen absolutamente todos y cada uno de los ingredientes que creo que debe tener una buena maestra. Pero, para que me entendáis mejor, os cuento…

Al entrar al aula se respira sosiego, calma, cariño y comunicación, actitudes personales que crean el ambiente idóneo para un aprendizaje, alejado de la concepción tradicional de la educación,  basado en el respeto, la tolerancia, el diálogo y el afecto, dónde la maestra se convierte en guía, sin imposiciones ni perfecciones y sin un continuo ir y venir de normas y más normas, originando que los pequeños y las pequeñas aprendan desde la libertad, así como desde su propia naturaleza ya que lo hacen de la mejor forma: JUGANDO. Para ello, los Rincones dejan de ser un simple elemento organizativo del espacio o aquel complemento al que acudir en los ratos libres una vez terminada la tarea propuesta por la docente convirtiéndose en pieza clave de la jornada dado que tienen asignado un tiempo fijo en el horario escolar. Los niños y las niñas acuden a ellos dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde, teniendo a su alcance un sinfín de materiales, muchos de ellos elaborados por las mimas maestras, con los que disfrutan jugando sin ser conscientes de la cantidad de cosas que están aprendiendo e interiorizando no sólo a nivel cognitivo sino, también, a nivel afectivo-social sin olvidar la forma en la que se ve favorecida su imaginación y creatividad, consecuencia de una labor educativa basada en formar a personas libres, autónomas, capaces de gestionar los conflictos que puedan surgir, resolverlos por ellas mismas responsabilizándose no sólo de sus tareas sino, también, de  sus acciones.

Así mismo, se ven “salvados” de estar sentados con la cabeza metida en el papel haciendo fichas sin ton ni son, lo cual no quiere decir que no las hagan. Por poner algunos ejemplos, “Els Lleons i les Lleones” durante la asamblea la maestra tira un dado y el encargado o la encargada de ese día tiene que identificar el número que ha salido, reconocerlo entre los demás, cogerlo y colocarlo en el espacio correspondiente para, a continuación, poner junto a él los leones que le pertenezcan una vez contados; además, tienen que utilizar el “dedo mágico” para repasar la silueta del número que se está trabajando, mientras el resto de la clase hace lo mismo pero en el aire o adentrarse en un laberinto escogiendo un camino que seguir con el dedo para poder salir. “Els Gatets”, por su parte, también aprovechan el momento de la asamblea para que el encargado o la encargada forme su nombre, con pequeños bits de letras, para que, al día siguiente, entre todos creen nuevas palabras a partir del mismo o la maestra va diciendo palabras relacionadas con el proyecto que están llevando a cabo y entre todos tienen que contar las sílabas que las componen según las partes del cuerpo que hayan levantado, es decir, si han levantado un brazo tiene una, si han levantado los dos y una pierna tiene tres… más aún, trabajar las decenas y las unidades valiéndose de la rutina de saber cuántos han ido a clase, así como aprender a reconocer los números, su anterior o posterior y a sumar y restar a través de un original juego.

Por último, en la clase de “Les Girafes” hace poco que se han introducido las fichas. Así, cada semana tienen que realizar un total de cinco, pero lo maravilloso que quiero destacar no es únicamente la cantidad de estas, sino que son ellos mismos los que organizan su tiempo para hacerlas y, una vez finalizadas, por parejas corrigen las de sus compañeros. De esta forma, no hay un atisbo de competencia, nadie es mejor ni peor, ninguno hace las cosas bien o mal, cada uno sigue su ritmo de aprendizaje sin comparaciones ni resultados meramente académicos.

No cabe duda de que me dejo en el tintero muchísimas cosas por contar, ya que el proceso de enseñanza-aprendizaje que rige la Educación Infantil en este colegio es un continuo LOGRO. Si bien tengo que ir concluyendo me gustaría hacerlo apostando, en primer lugar, por el respeto a la naturaleza de la etapa, por esa iniciación sin prisa, pero sin pausa; en segundo lugar, por el respeto, como ya he dicho, a la naturaleza de ser niño, porque la mejor forma de que aprendan es jugando sin olvidar que son pequeños, pero personas, al fin y al cabo; en tercer lugar, por la escuela como comunidad de aprendizaje, una lugar abierto a la participación de todos y en el que se dé una verdadera implicación de las familias…

¡Así es la escuela en la que creo y en la que estoy!

Gloria Almiñana Rosalén

4º Educación Infantil MAGISTERIO INFANTIL UCH CEU

 

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