Como ya se dijera en otro post, la necesidad de conocer el cerebro para ajustar la acción educativa a lo que la persona necesita, es cada vez más evidente.
Os dejo un enlace muy interesante sobre lo que la neurociencia puede aportar sobre la conveniencia o no de ciertas prácticas docentes. Veréis que el estudio se refiere a docencia y alumnos universitarios. Me pone los pelos de punta pensar que una parte importante de la acción educativa de la Educación Primaria, todavía se realiza utilizando métodos como las clases magistrales y otras prácticas didácticas más propias de adolescentes y jóvenes quienes, supuestamente, ya pueden acceder a conocimientos abstractos.
Esto es lo que en alguna ocasión he denominado como el fenómeno de la secundarización de la Primaria.