Formarse en Educación Infantil

La Educación Infantil, la etapa más importante

María Bosch Romeu de Prácticas en el Colegio Diocesano Santiago Apóstol

El año pasado acudí a un taller en la Universidad CEU Cardenal Herrera, en el que escuché una idea que me llamó la atención. Decía que una de las finalidades de la educación de los niños es formarse: los más pequeños, sobre todo, formarse psicomotrizmente, en Primaria desarrollarse cognitivamente y los más mayores formarse moralmente. Que en Educación Infantil se formen físicamente no significa solamente que su cuerpo tome forma, sino que lo conozcan, junto con sus posibilidades y sus destrezas, que tomen realidad del entorno, etc. De la buena formación psicomotriz de los niños vendrán los demás desarrollos.

Me acordé de esta idea durante mis prácticas en el Colegio Diocesano Santiago Apóstol por unas actividades que realizamos en la clase de 3 años. Estas, entre otras, buscan que el niño desarrolle la noción del espacio, la posición de su cuerpo en él, lo conozca, adquiera destrezas, etc.

Al comienzo del día los niños realizan una secuencias en las que se desplazan por un espacio en diferentes posturas (gateando, oseando, reptando, de puntillas, etc.). Con esta actividad se pretende no solo que los niños conozcan su cuerpo y sus posibilidades, sino también la integración de los reflejos primitivos, lo cual es necesario para su desarrollo motor.

Otra de las actividades que realizamos y ponen en marcha la formación psicomotriz de los niños es la siguiente: los niños se encuentran en un espacio que han de observar. Se les da una indicación que han de seguir, por ejemplo que caminen por el aula intentando ocupar todo el espacio. Cuando escuchen “alto” han de parar donde estén. Los niños entonces se encuentran repartidos en el aula y se les hace ver si están bien repartidos por el espacio o no. En el caso de que no sea así entonces tienen que encontrar otro espacio vacío para que finalmente estén todos bien repartidos por el espacio. Con este ejercicio los niños reflexionan sobre el espacio, la posición de su cuerpo en él, su postura, conceptos como cerca y lejos, etc.              

Estos son solo unos ejemplos de los ejercicios que realizamos para la formación de los niños de 3 años. Por supuesto se completan con otro tipo de actividades y tareas para el desarrollo de la psicomotricidad fina, del lenguaje y la expresión, el aprendizaje de rutinas, etc. Estas actividades engloban muchos más conceptos, las ideas que recojo en este texto parten solo de observaciones del día a día en el aula.

María Bosch Romeu

alumna de doble grado en Educación Infantil y Educación Primaria

de Universidad UCH-CEU.

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