Entrevista: Paula Silvestre

Desfilando en la Cibeles Fashion Week de Madrid (2015) para Agatha Ruiz de la Prada.

Háblame de ti misma. Defínete a ti misma con cinco adjetivos calificativos

¡Hola! Soy Paula Silvestre Folch, estudiante de tercero de Magisterio Primaria – Infantil.  Me considero: soñadora, trabajadora, creativa, exigente  y curiosa.

¿Por qué decidiste estudiar magisterio? ¿Qué otras carreras te atraían?

Decidí estudiar Magisterio porque desde que era pequeña ya me llamaba la atención la figura de la maestra, incluso jugaba a darle clases a mi hermana pequeña. Ahora pienso que no he podido hacer mejor elección, la figura del maestro en la sociedad es indiscutible. Detrás de cualquier persona hay un maestro/a que lo ha marcado para bien o para mal, por eso es tan importante su buena formación.

Si no hubiera estudiado Magisterio, me hubiera decantado o por Pedagogía o por Logopedia.  También me llamaba la atención, la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas.

¿Quién influyó más en ti a la hora de elegir tu carrera?

Como ya he dicho antes desde pequeña tenía bastante claro que era lo que quería estudiar, pero sin duda, mi madre y mi hermana fueron las que más me influyeron a la hora de elegir estudiar Magisterio. Ellas siempre me apoyan en todo y siempre me han aconsejado que hiciera lo que a mí me gustara de verdad, así que no tuve muchas complicaciones en este aspecto.

¿En qué medida tus calificaciones se deben a tu esfuerzo personal y en qué medida a tu inteligencia?

Considero que el éxito académico es una unión entre esfuerzo personal e inteligencia. En mi caso, intento suplir mi falta de tiempo intentando  aprovechar al máximo las clases y exprimir los ratos que me quedan libres  por las tardes o incluso cuando estoy fuera de España en algún trabajo.

¿Piensas proseguir o ampliar tus estudios de alguna manera? 

Mi objetivo es acabar el año que viene Magisterio en Educación Primaria, y si todo va bien, acabar Magisterio en Educación  Infantil en quinto. Cuando finalice estas dos, me encantaría hacer un máster a distancia (me parecen muy interesantes los que tienen que ver con necesidades educativas especiales) y a la vez, seguir compaginándolo con el trabajo de modelo.

Soy una persona soñadora, que le encanta hacer mil planes, pero la vida da tantas vueltas que es imposible prever que te deparará el futuro.

En tu formación complementaria, ¿qué seminarios o cursos de corta duración has realizado? ¿Qué te motivó a realizarlos?

Hace unas semanas, la asociación ACAST (Asociación Castellonense de Apoyo al Superdotado y Talentoso)  junto esta Universidad, realizó un curso donde se nos ofreció información acerca de las Altas Capacidades y donde vinieron una serie de profesionales que nos presentaron sus investigaciones acerca de este tema.

También, nos dieron la oportunidad de realizar voluntariado los sábados por la mañana en esta asociación. Fue una experiencia muy gratificante el poder ayudar y compartir unas mañanas con los niños/as y trabajar con ellos en las sesiones que impartía esta asociación, nos comunicaron que podríamos asistir de voluntarios cuando quisiéramos, así que repetiré seguro.

Pudimos trabajar con diferentes grupos de niños/as de distintas edades, desde los que tenían 3 años hasta los que eran adolescentes. Aquí os dejo una imagen con los peques del grupo con el que más tiempo estuvimos:

¿Qué has aprendido durante tu trabajo actual? 

Mi trabajo como modelo me ha dado la gran oportunidad de conocer mundo, he estado algunos meses en Nueva York, Londres, Milán, París… dentro de poco me voy tres semanas a Hamburgo.

Empecé a hacer cosillas de modelo cuando tenía 15 años, aunque me lo tomaba como un hobby ya que lo importante para mí era sacarme bien los estudios  (la E.S.O y el bachillerato).  A los 18, una vez entré en la universidad fue cuando empecé a viajar más y hacer más trabajos. Quería apostar por mi trabajo y ver hasta donde podía llegar. Ese es uno de los motivos por los que elegí estudiar en el CEU ya que el trato profesor-alumno es más cercano.

Me considero tímida y viajar sola tantos días en ciudades donde nadie hablaba mi idioma, coger vuelos, trenes… con el estrés que todo ello supone, me ha hecho saber arreglármelas sola y valerme de mi misma. Siempre intento disfrutar al máximo de la oportunidad que me ofrece mi trabajo. Aunque, hay que reconocer que no es fácil compaginar  la carrera universitaria e ir al mismo ritmo que los demás con mi trabajo. A pesar de eso, todo es cuestión de proponérselo y esforzarse por conseguirlo.