Centros de prácticas: los compañeros de detrás de las cámaras

La labor de los maestros, también con los alumnos universitarios, es entregada, callada y discreta. Por ello, doblemente merecedora de todos nuestros agradecimientos.

Puede parecer un mero formulismo o una práctica obligada por conocida y evidente. Me refiero a lo que muchos locutores de televisión suelen hacer al finalizar sus programas: agradecer el trabajo de tanta gente que hace posible que una o unas pocas personas puedan aparecer en nuestras pantallas para ofrecernos noticias o entretenimientos de nuestro interés. Pero, eso poco que se ve, se ve, sobre todo, gracias a la gente que no se ve.

“Yo, de mayor, quiero ser como don…. o como doña….” (Poned cada uno el nombre de pila; seguro que hubo un don o una doña a los que quisisteis pareceros)

Perdonad este pequeño lío, pero me ha parecido una buena analogía para contar lo que ocurre con las prácticas de MAGISTERIO.

Muy esquemáticamente -casi de modo caricaturesco- podríamos decir que los alumnos se van a los centros durante cuatro meses del primer o segundo semestre. Los vemos en las tutorías grupales e individuales que vamos teniendo a lo largo de este período. Y al final, vienen con la Memoria y el Informe de Evaluación del tutor del centro.

Y la experiencia ha sido buena. Muy buena.

Y sabemos que ha sido buena por lo que se ve.

Y lo que se ve, son alumnos contentos y felices de saber que han escogido bien, que lo de ser maestro no era una fijación infantil de cuando decían “Yo, de mayor, quiero ser como don o como doña…” (Poned cada uno el nombre de pila; seguro que hubo un don o una doña a los que quisisteis pareceros). Tampoco se trataba de una manía romántica de cuando el principio de la adolescencia. Saben que han escogido bien (así nos lo dicen) porque han comprobado que eso que les cosquilleaba en el pecho y que les hizo querer ser maestro era, precisamente, la llamada a serlo. Era su vocación.

Lo que no se ve (yo sí he podido verlo por ser coordinador y tutor de prácticas) son un enorme número de maestros y maestras de todo tipo de centros que cada día lo dan todo por todos sus alumnos. Porque los de prácticas, los universitarios, también son vuestros alumnos y sabéis tratarlos con la misma cercanía, la misma entrega, el mismo esfuerzo y el mismo cariño. Pero también, de directores, jefes de estudios, titulares, coordinadores de etapa,… que, además de en sus aulas, procuran que en el centro todo funcione de manera precisa, como una rueda bien engrasada; como si lo que ocurre cada día fuera algo fácil

Y todo ello, detrás de la cámara, sin que se les vea.

Desde aquí queremos, una vez más, agradecer a tantas personas que hacen posible formar a los futuros maestros de nuestro país.

Así, como si fuera fácil.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí