Recientemente, los alumnos del Máster en Atención Fisioterápica en la Actividad Física y el Deporte, tuvieron la oportunidad de realizar un seminario práctico sobre los trajes de electroestimulación neuromuscular. Esta técnica ha irrumpido con fuerza dentro del panorama de la Fisioterapia de la mano de su uso por parte de personajes mediáticos (Usain Bolt, Karim Benzema, Paula Echevarría…), Actualmente, estamos viviendo un “boom” de aperturas de centros específicos para aplicar este tipo de entrenamiento, que nos promete unos resultados espectaculares en sesiones de muy corta duración. También han aparecido detractores del uso de estos equipos, refiriendo casos de usuarios que han sufrido lesiones debido a su uso. ¿Con qué nos quedamos? ¿En qué consisten y para qué valen estos trajes de electroestimulación?
Entre las técnicas coadyuvantes empleadas para favorecer el entrenamiento muscular, se encuentra la estimulación eléctrica neuromuscular (NMES). Desde los años 70 del pasado siglo se han publicado numerosos estudios demostrando su como complemento a los métodos tradicionales de entrenamiento, produciendo una mejora en diversos parámetros: fuerza máxima isométrica, dinámica y fuerza velocidad, además de la activación preferente de las fibras musculares tipo II. Esa mejoría se produce tanto en pacientes sedentarios, como atletas entrenados y de élite. Se han encontrado además, efectos positivos mediante la aplicación de NMES de forma local sobre la musculatura del tronco, para mejorar su fuerza y la calidad de vida en pacientes con dolor lumbar. Recientemente, han surgido equipamientos que permiten la aplicación de NMES de forma integral, pudiendo aplicarla globalmente de forma coordinada a los principales grupos musculares del cuerpo (Whole-Body EMS) que ha demostrado beneficios con un ahorro de tiempo respecto a la NMES clásica. Estudios anteriores acerca de Whole-Body EMS, han demostrado su eficacia en el aumento de la masa muscular global y localmente en áreas como el muslo, disminución de la masa grasa corporal, aumento de la densitometría ósea y del gasto energético en reposo y disminución de la circunferencia de cintura y pliegues cutáneos, entre otros. A estos beneficios se le suman la mejora observada en la fuerza isométrica máxima de los miembros inferiores y en la fuerza máxima de los extensores de tronco.
Sin embargo, en la literatura publicada al respecto todas las aplicaciones se hacían tras un exhaustivo control de los sujetos que participaban del estudio y las dosis estaban controladas en todo momento. Este es, a nuestro criterio, el punto fundamental de cualquier tratamiento, incluido en este caso el de los trajes de estimulación eléctrica neuromuscular: la no aplicación indiscriminada y el control de la dosis correcta. Sin esto, cualquier tratamiento, de cualquier tipo puede ser potencialmente peligroso.
Escrito por: Juan José Amer Cuenca
Muy interesante, este tipo de noticias nos dan información para no caer en la moda sin criterio.
Me parece acertada tu opinión, Guillermo, en el sentido de no dejarnos llevar en el mundo de las Ciencias de la Salud por ciertas tendencias, sin estar bien informados.
Un saludo desde el Blog de Fisioterapia de la UCH-CEU