Se trata posiblemente de una de las profesoras de nuestro grado en Fisioterapia con mayor bagaje formativo e investigador. Desde la bioética hasta el drenaje linfático manual, pasando por la masoterapia infantil, la Dra. María Isabel Rocha es una docente e investigadora empedernida y una referencia en el campus de Elche. Nos hemos colado en una de sus clases de Propedéutica Clínica para charlar con ella sobre su visión de la profesión…
Mª Isabel, además de tu trabajo como docente en Fisioterapia, participas desde hace tiempo en las Jornadas de Puertas Abiertas de nuestra universidad: ¿cómo consigues reafirmar en los jóvenes pre-universitarios su vocación por esta carrera?
Empiezo hablándoles precisamente de que Fisioterapia es una carrera vocacional, una profesión que implica un saber estar. No sólo se trata de aliviar la dolencia de la persona; es escuchar al otro, es ponerse en el lugar del otro, y así ofrecerle una ayuda completa. La vocación se siente y, si tú sientes el sufrimiento del otro, podrás prestarle ayuda no sólo con tus manos, sino también a través de la mirada y las palabras.
El significado de vocación es el interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o trabajo. El trabajo del fisioterapeuta es muy puro porque te involucras en la mejora de la salud de las personas y, por tanto, en hacer el bien a la sociedad.
¿Qué aspectos de la personalidad crees entonces que debe presentar un buen fisioterapeuta, aparte de sus destrezas profesionales?
Debe poseer una gran capacidad de escucha y empatía con el otro. Además, ha de ser respetuoso con la información que le ofrece el paciente, ya que éste se entrega al profesional y eso es inviolable. El buen fisioterapeuta, en mi opinión, también ha de mostrar un interés continuo por seguir investigando sobre los últimos avances de la fisioterapia y también de la investigación médica.
De tu perfil profesional, entre diferentes formaciones en fisioterapia deportiva o gerontología, destaca especialmente la bioética. ¿Qué elementos éticos entran en juego en el ejercicio de la profesión fisioterapéutica?
En primer lugar, la responsabilidad de las actuaciones del profesional de la fisioterapia, que tienen que estar evidenciadas científicamente. Respeto y honestidad hacia las personas como libertad para poder elegir el tratamiento de fisioterapia más correcto, siempre dentro de un marco científico.
Los futuros fisioterapeutas deben enfrentarse a la profesión desde el conocimiento de los valores. No sólo es necesario que conozcan el significado de cada uno de ellos, sino que otras personas deben transmitirles cómo poder alcanzarlos de manera práctica. Los profesores del departamento de Fisioterapia de Elche trabajamos en conjunto desde esa base. Cuando el alumno ha aprendido los valores de manera práctica, ya posee los cimientos para convertirse en un verdadero profesional de la salud: el fisioterapeuta.
Hablando de gerontología, que es otra de las áreas en las que te has formado, ¿en qué tipo de pacientes se centra esta especialización?
La fisioterapia abarca todos los estadios del ser humano: embarazo, parto, infancia, adolescencia, etapa adulta y personas mayores. La gerontología es la disciplina que aborda de manera multidisciplinaria a las personas mayores, ya que presentan enfermedades propias de la edad: semi o dependencia con todos los malestares físicos que conllevan, como por ejemplo el dolor, la rigidez de las articulaciones y otras enfermedades como el alzheimer, la demencia senil, etc. En nuestro equipo docente tenemos fisioterapeutas formados en gerontología para transmitir a nuestros alumnos los últimos avances y estudios científicos en este área, tanto teóricos como prácticos.
Fisioterapia es mucho más que ayudar en rehabilitación: Es prevención, es diagnóstico, es tratamientos de cura, es apoyo terapéutico…
Además de tu labor docente e investigadora, impartes en el CEU de Elche cursos sobre liderazgo y estimulas actividades innovadores y compartidas. ¿Con qué objetivo impulsas este tipo de actividades?
La idea fundamentalmente radica en fomentar el trabajo grupal, que exista un feedback, ya que surgen ideas increíbles y con unos resultados muy buenos. Recuerdo una actividad que consistía en realizar un pequeño programa de “historial clínico” en parejas; a los 30 minutos surgió lo deseado, todas las personas se unieron formando un círculo en la sala con sus sillas y debatían, reían sobre la gran “lluvia de ideas” que había surgido.
El resultado fue espectacular, acabaron 10 personas trabajando sobre un proyecto. Así es como formamos los docentes a nuestros alumnos: buscando el trabajo en equipo y potenciando sus mentes, que son privilegiadas. Esto, sin duda, se acaba extrapolando también a las siguientes generaciones.
Y a esos estudiantes de 17 ó 18 años que están pensándose estudiar Fisioterapia y que, en muchos casos, abandonan su país de origen para hacerlo: ¿qué consejos les darías?
Que lo hagan con ilusión, ¡que desde el CEU de Elche les ofrecemos todo el apoyo necesario para que acaben formando parte de un gran equipo de trabajo!