Fedefarma nos cuenta cómo podemos promocionar la salud desde la oficina de farmacia
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud, Judit Sánchez, directora de la Sección Científica y Formación de Fedefarma, vino a nuestra Aula de Práctica Farmacéutica para orientarnos sobre cómo podremos promocionar la salud al ejercer como farmacéuticos comunitarios, ayudándonos en nuestro futuro profesional.
Este año, el lema de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para este día tan importante ha sido «Mi salud, mi derecho», resaltando y defendiendo el derecho que tenemos todos los seres humanos a tener acceso a un servicio de salud, educación e información.
Además, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España ha creado un Decálogo de los derechos de los pacientes en las farmacias comunitarias, que se compone de 10 puntos claves:
- Tener acceso a un profesional farmacéutico.
- Que esa atención sea independiente y de calidad.
- Igualdad de condiciones en el acceso a medicamentos.
- Garantías de confidencialidad y salvaguarda de la privacidad.
- Dispensar el medicamento que solicite.
- Asesoramiento personalizado.
- Basado en información actual, veraz, científica y evaluada.
- Acceso al historial farmacoterapéutico y a la documentación clínica.
- Recibir siempre un trato que respete su dignidad y autonomía.
- Ser atendido por un farmacéutico identificado.
En la oficina de farmacia, pueden llevarse a cabo distintos tipos de campañas, que incluyen las campañas de fidelización, de posicionamiento, estacionales, de contingencia y las campañas de salud.
¿Por qué hacer campañas de salud?
Las campañas de salud permiten promover la formación de los equipos, para ofrecer el mejor consejo farmacéutico; diferenciar el posicionamiento de la farmacia como establecimiento de salud cercano a la población; aumentar la fidelización de los pacientes, ofreciendo información útil para una salud óptima; y potenciar el tráfico y operaciones, aumentado con ello la rentabilidad.
Las causas más comunes del fracaso de estas campañas suelen ser la falta de tiempo, la baja motivación, la falta de comunicación, poca planificación y la falta de formación.
La comunicación debe ser omnicanal, es decir, la campaña debe hacerse mediante:
- Carteles, postales, consejo y gadgets
- Redes sociales
- Correo electrónico
- Pagina web
- Asociaciones del barrio, centros de salud, centros educativos
- Y la más importante: la comunicación oral.
Este punto es muy importante, ya que hay que llegar a la máxima población posible. Si tenemos en cuenta que los pacientes o clientes que más nos visitarán son población adulta, estamos perdiendo a los adolescentes y población joven, por lo que será imprescindible llegar a ellos.
Por otro lado, debemos recordar que no es necesario crear todas estas campañas desde cero, ya que es posible la adhesión a otras campañas ya existentes, creadas por la administración pública o Colegios de Farmacéuticos. Estas campañas suelen ser de prevención, de cribado o de concienciación.
Judit Sánchez nos ha recordado que el paciente/cliente que acude a la oficina de farmacia «no quiere un producto, quiere una solución, y esta no siempre viene en una caja.”