Una urgencia bastante común durante nuestra práctica clínica diaria es la obstrucción intestinal por la ingestión de cuerpos extraños.
Hay veces que nuestros animales ingieren objetos potencialmente peligrosos para ellos.
Uno de los más comunes son los huesos, ya que se dan sin saber que son perjudiciales y pueden llegar a producir obstrucciones tanto intestinales como esofágicas, que desemboquen en una cirugía de urgencia e incluso la muerte de nuestro animal.
Este paciente había comido huesos. Se descubrió como hallazgo accidental,y no presentaba vómitos ni diarreas por lo que se trato de forma conservadora.
Este otro que tuvo que ser intervenido de urgencias por una obstrucción esofágica provocada por unas costillas del arroz al horno.
También hay veces que en un descuido cogen comida de la basura, o de la mesa, ingiriendo grandes cantidades de alimento, que además de producir una distensión gástrica, puede provocar obstrucciones y dependiendo el tipo de alimento, ser tóxico para él.
Como por ejemplo este paciente que ingirió aproximadamente 1Kg de cerezas.
También se ha dado el caso de que ingieran objetos como calcetines, tubos, pelotas, juguetes e incluso limas de uñas.
Por eso es importante controlar que nuestro perro no coma cosas del suelo o la basura y evitar darle huesos para comer. Y si esto ocurre acudir rápidamente a su veterinario.