Bárbara Jordán, alumna del Grado de Óptica y Optometría, nos cuenta su experiencia durante sus prácticas de empresa en Clínica Baviera:
«Tener la oportunidad de realizar las prácticas de óptica en la Clínica Baviera ha sido una experiencia increíble, de la cual jamás pensé que aprendería tanto y de forma tan rápida.
Una vez llegas allí te encuentras un poco desorientado, pero poco a poco todo lo que los profesores te han ido enseñado en clase empieza a tener sentido, empiezas a conectar ideas y de repente te das cuenta que sabes mucho más de lo que creías.
He tenido la suerte de poder estar presente en diferentes operaciones, como son las de refracción, en la cual el óptico tiene un papel muy importante.
A lo largo de mis prácticas allí he aprendido en primer lugar a utilizar diferentes instrumentos optométricos como son el autorefractómetro (que nos da una idea de la posible refracción que puede tener el paciente), el tonómetro (que nos aporta información sobre la presión intraocular del paciente), el topógrafo corneal (nos da información sobre la córnea y ejes corneales), el campímetro, OCT etc..
Tras conocer el funcionamiento de todos los instrumentos he aprendido en primer lugar a sacar una buena refracción, bien con el foróptero o con la gafa de pruebas y posteriormente he aprendido mucho sobre lentes de contacto y la forma en que se adaptan y comprobar si están bien adaptadas, puesto que hay diferentes tipos y materiales de lentes de contacto y cada adaptación requiere una pauta diferente. Comprobábamos si estaban bien adaptadas mediante la lámpara de hendidura, un instrumento que pensé que saldría de allí sin saber utilizarlo. Estaba muy equivocada porque gracias a la paciencia de Rosa Celda en pocos días aprendí.
Por último aprendí muchísimo sobre como refraccionar a niños, desde mi punto de vista son la población más difícil, ya que muchas veces no quieren colaborar. Hay una gran variedad de test y pruebas para poder conocer la refracción de éstos y si padecen algún tipo de estrabismo. No resultaba fácil, pero gracias a Raquel Nieto aprendí a trabajar con esta población.
Ha sido una experiencia muy enriquecedora, la cual me ha aportado conocimientos, agilidad en el manejo de los diferentes instrumentos y seguridad en mí misma.»
