Comida casera: en la mayoría de los casos no cumplen con las necesidades nutricionales de los gatos, y sólo proporcionará unos excesos calóricos o nutrientes que no son necesarios para él.
En concreto, aquellos alimentos que producen mayor toxicidad son:
- Chocolate, café y té: estos productos contienen una sustancia llamada teobromina. Esta sustancia produce un aumento de la frecuencia cardíaca al actuar como un potente diurético, produciendo deshidratación, afectando al sistema gastrointestinal causando vómitos y diarreas. También puede alterar el sistema nervioso, causando convulsiones, y a veces la muerte.
- Cebolla, cebolletas, puerros: contienen un componente tóxico que ataca a las células rojas de la sangre del animal. Se puede producir la aparición de anemias graves.
- Ajo: contiene un componente similar al de la cebolla, sin embargo, el ajo es mucho menos tóxico.
- Leche: el sistema digestivo del gato después de ser destetado no tolera la lactosa, con lo que se producirían problemas gastrointestinales.
- Pescado con huesos, huesos de pollo, etc.: se astillan fácilmente y podrían producir roturas y obstrucciones esofágicas e intestinales.
- Alcohol: muy tóxico, puede producir fallo hepático y renal.
- Aguacate: su gran contenido en grasa puede producir pancreatitis o alteraciones digestivas.
- Pasas y uvas: puede provocar fallo renal.
- Fiambre y embutidos: tienen más sal de la que el gato necesita con lo que podría provocarle hipertensión y graves problemas sistémicos. Además su alto contenido en grasas podría producir una pancreatitis.
Comida para perros: Los gatos requieren niveles más altos de proteína que los perros. La taurina es fundamental para los gatos. Los piensos de perros no son ricos en taurina ya que éstos son capaces de sintetizarla.
Además, los gatos requieren una mayor concentración de vitamina A y no pueden sintetizar un ácido graso llamado araquidónico;
Por lo tanto, si se le da de forma frecuente pienso de perro tendría enormes deficiencias nutricionales.
Escrito por Isabel Juste
