Una historia de vocación por Farmacia

Vemos llegar a Antonio Tarín sonriente y con esa actitud positiva que transmiten las personas que aprovechan al máximo las 24 horas del día. Mientras buscamos un rincón en la Facultad de Ciencias de la Salud para realizar nuestra entrevista, nos damos cuenta de que se mueve por los pasillos, por los laboratorios y por las aulas, como pez en el agua. Y es que hace ya cinco años que Antonio pisó el CEU por primera vez convirtiéndose en estudiante de Farmacia.

Antonio Tarín, estudiante de 5º curso del Grado en Farmacia
Antonio Tarín, estudiante de 5º curso del Grado en Farmacia

Elegir una carrera es un momento complicado, ¿por qué te decidiste por Farmacia?

¡Esto viene de lejos! Cuando estudiaba la ESO la asignatura de Biología me encantó y ya entonces supe que tenía que escoger una carrera de la rama de Ciencias. Cuando llegué a Selectividad estudié mejor las opciones y me di cuenta de que estudiando Farmacia podría, de alguna forma, intentar curar a la gente, ayudarles. Eso hizo que me decantara por esa carrera y nunca, en los cinco años que llevo estudiando Farmacia, me he arrepentido de mi decisión.

¿Cómo es el día a día de un estudiante de Farmacia?

El día a día es duro, pero también bonito (risas). Te lo explico mejor. Tenemos asignaturas que incluyen mucha materia y eso supone que tienes que dedicarles tiempo. Además de las clases magistrales, con todos los compañeros, tenemos talleres en grupos más reducidos en los que profundizamos en alguno de los temas que hemos visto en clase o aprendemos a manejar los programas informáticos que se usan en el laboratorio. Y luego están las prácticas, claro. Así que, en definitiva, nos pasamos todo el día en la Facultad. Si por la mañana hay clases teóricas, por la tarde tenemos prácticas o al revés.

Te decía que la actividad frenética del día a día también es bonita porque sé que con todo lo que voy a aprender durante estos cinco años, podré ayudar a que la gente mejore su salud y su calidad de vida. Además, es cierto que pasamos muchas horas aquí, pero yo estoy feliz.

¡Me quedaría a vivir en los laboratorios, si me dejaran!

Pues nos han contado que te gusta “meterte en líos” ¿De dónde sacas el tiempo? Va a ser verdad que la vocación puede con todo.

(Se ríe). Es verdad, intento participar en todo lo que pueda porque me gusta, lo disfruto. He sido alumno interno en el proyecto Small World Initiative (SWI). Y eso me ha permitido trabajar con mi profesora Teresa Pérez Gracia, que es Catedrática de Microbiología (y un gran ejemplo para mí) y también con un grupo genial de compañeros que ya se han convertido en amigos. También hice prácticas voluntarias este verano en la Farmacia de mi pueblo. Como no descarto todavía ninguna salida profesional, quería probar la experiencia de trabajar en una oficina de Farmacia.

Estudias en el CEU, que es una Universidad internacional, ¿cómo percibes eso en el día a día?

¡Se nota, se nota! En mi clase hay estudiantes de varias nacionalidades y eso creo que nos enriquece a todos. Y cuando voy a la Biblioteca del CEU siento que es como si me fuera de Erasmus, allí sí que se nota al máximo el ambiente internacional de la Universidad.

«Sé que con todo lo que voy a aprender durante estos cinco años, podré ayudar a que la gente mejore su salud y su calidad de vida»

Antonio en el Aula Práctica Farmacéutica de su Facultad
Antonio en el Aula Práctica Farmacéutica de su Facultad

¿Y qué tal con los profesores, cómo es el trato con ellos?

Yo no conocía nada del CEU, sólo lo que había visto en la web. Cuando llegué y me hicieron la entrevista de admisión, sentí muy buena acogida, como si me diesen un abrazo en forma de “estamos encantados de que estés aquí” (risas). Y ya después, como alumno, creo que he tenido mucha suerte con la mayoría de mis profesores. En primero tuve una tutora que fue una pasada y luego ya cuando conocí a Teresa Pérez y empecé con el mundo de la Microbiología dije “me tengo que quedar aquí, sin duda.” Los profesores también nos exigen mucho, pero yo siento que hay buena conexión y mucha ayuda. Si necesitas algo, están ahí.

«Cuando voy a la Biblioteca del CEU siento que es como si me fuera de Erasmus, allí se nota al máximo el ambiente internacional de la Universidad»

¿Qué le dirás a tu “yo” de 18 años, justo cuando ibas a empezar la Universidad?

Yo le diría que estuviese tranquilo, que va a estar bien aquí y que va a tener ayuda, que no va a estar solo ¡Y que estudie mucho! Más de lo que he estudiado yo. Que he estudiado bastante, ¿eh? pero se puede hacer mucho más…

Para terminar, un viaje al futuro. ¿Dónde te gustaría verte dentro de unos años?

Todavía no lo sé exactamente. Quizá en un laboratorio de investigación descubriendo nuevos antibióticos, trabajando en algo relacionado con genética, o incluso dando clase, quién sabe. Pero en cualquier caso, sí que me gustaría que no se me olvidara que lo más importante es el paciente.

Despedimos a Antonio tal y como nos lo hemos encontrado, sonriendo. Y le deseamos la mejor de las suertes, claro. Aunque su actitud positiva y la pasión que pone en todo lo que hace será lo que le hará llegar lejos.

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