Obstrucción intestinal, ¿qué se ha comido mi perro?

El mes pasado os presentábamos el caso de Coco, un cachorro que se había comido un calcetín que pudo ser extraído mediante endoscopia. Y es que nuestros perros son  muy cotillas y ¡cualquier cosa es buena para llevarse a la boca!

El problema es que la cavidad oral de los perros tiene un tamaño superior a cualquier otra parte del sistema digestivo, por lo que los objetos que no pueden ser digeridos tal vez puedan entrar pero no salir.

Si se diagnostica la presencia de este “intruso” antes de que comience su viaje por el intestino delgado una de las opciones terapéuticas es el uso de la endoscopia, que además de confirmar el diagnóstico muchas veces es la técnica que consigue extraer el cuerpo extraño. Pero… ¿ y si ha pasado demasiado tiempo y el “intruso” consigue entrar en el intestino delgado? ¡¡PROBLEMAS!!

Aquí es donde os presentamos a Triss.

Triss, perrita de dos años que vino con vómitos

Triss es una perrita de dos años que acudió de urgencias  por vómitos constantes, muy líquidos y … ¡muy malolientes! Además de presentar episodios de debilidad generalizada, donde apenas podía levantarse del suelo. Había pasado el día anterior con sus propietarios en el chalet de unos amigos, y no sabían si podía haberse comido algo, pero el no haberlo visto no quiere decir que no se lo haya podido comer.

Durante la exploración física Triss mostraba signos muy inespecíficos; lo más destacable eran indicadores de dolor como son la taquicardia y la taquipnea. No parecía un simple episodio de gastroenteritis, por lo que se propuso realizar pruebas complementarias que ayudaran a llegar al origen del problema. En la analítica sanguínea se observaban signos compatibles con deshidratación (algo esperable debido a los vómitos constantes que presentaba Triss).

Triss presentaba vómitos marronáceos muy malolientes (vómitos fecaloides)

El diagnóstico definitivo se obtuvo mediante una ecografía abdominal donde se observó una imagen compatible con una obstrucción intestinal debida a la presencia de un cuerpo extraño. En ella se podía ver el abdomen muy distendido con mucho contenido  al igual que las asas intestinales anteriores a la zona de la obstrucción, que presentaban movimientos peristálticos no productivos (es decir, que no avanzaban), al contrario que las asas posteriores a la obstrucción, que tenían un tamaño normal aunque sin contenido.

Ecografía abdominal de Triss donde se observa en la izquierda un asa intestinal distentida (flecha verde), antes de la obstrucción, y a la derecha un asa intestinal normal (flecha naranja), detrás de la obstrucción
Ecografía abdominal de Triss donde se observa la presencia de un cuerpo extraño que obstruye la luz intestinal (flechas verdes) y produce sombre acústica (sombra negra por la presencia de un objeto sólido)

Acontecimientos fisiopatológicos asociados a la obstrucción mecánica de la luz intestinal.
Fossum et. al., 2009. Cirugía en pequeños animales.

El tratamiento más efectivo en esta situación es quirúrgico, por lo que se le realizó a Triss una enterotomía de urgencia en duodeno, donde se extrajo lo que podría ser un hueso de alguna fruta, de unos tres centímetros de diámetro, el “intruso”.

Presencia de cuerpo extraño en duodeno que produce obstrucción completa de la luz intestinal
Duodeno tras extracción de cuerpo extraño
Cuerpo extraño extraído del duodeno, de unos 3 cm de diámetro; se sospecha que pueda ser el hueso de alguna fruta

Triss se recuperó muy bien de la cirugía y en menos de 24 horas estaba totalmente recuperada por lo que pudo irse a casa con su familia.

                                                                                  MEJOR PREVENIR…

Para evitar estas situaciones es muy importante la prevención, y la mejor manera es educar a nuestras mascotas desde bien pequeños para que no presenten comportamientos de este tipo, lo que podríamos llamar “perro basurillas”. Enseñarles el comando “suelta” puede ser muy efectivo. Y mantener un ambiente lo suficientemente enriquecido como para que no desarrollen estas conductas por problemas de estrés o ansiedad. Es recomendable una consulta con un veterinario etólogo clínico (especialistas en el comportamiento animal); en el Hospital Clínico Veterinario CEU contamos con el servicio de Etología a cargo del compañero Juan Argüelles.

Así mismo los juguetes que les facilitemos deben ser adecuados, de un tamaño superior al de su boca y que sean difíciles de romper en trozos más pequeños. Y en la medida de lo posible observar al animal mientras juega.

Si ves como tu mascota se traga algún objeto lo más recomendable es acudir al veterinario para extraerlo lo antes posible. La realidad es que muchas veces no presenciamos el momento.

Si tu mascota comienza con vómitos de forma constante (los vómitos fecaloides, de un olor muy desagradable, son muy indicativos de obstrucción intestinal), y sospechas que pueda haber ingerido algo, es preferible una visita a tiempo al veterinario para evitar problemas mayores.

Triss en casa tras recuperarse de su operación, ¡está genial!

Ante cualquier sospecha no dudéis en venir al HCV CEU, estamos abiertos las 24 horas del día todos los días del año.

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