¡Medalla de oro en atletismo y en fisioterapia!

François es alumno de 2º Grado de Fisioterapia,  además de entrenar de manera constante (siete días a la semana), sus profesores lo definen como un buen estudiante. Y te preguntarás, ¿Cómo lo hace?…

François Ducourant quiere compartir con nosotros sus logros personales y deportivos.

No creas que renuncia a muchas cosas, en realidad se trata de organizarse y aprovechar todos los momentos. François juega al fútbol con el equipo del CEU y le sobra tiempo para hacer turismo, practicar surf y salir con los amigos. Un poco de organización y todo sale.

Llegó a Valencia desde Lille, una bonita ciudad del norte de Francia construida a orillas del río Deûle. La confianza de tener una amiga en nuestra universidad, le decidió por Valencia. Despliega una gran sonrisa cuando le pregunto por el mediterráneo, donde está encantado con el clima, la gente y  la playa… al contrario de lo que pensé, no tiene claro si quiere volver  a casa buscando un futuro profesional; de momento, su decisión, está al cincuenta por ciento.

¿Qué té llevó a estudiar fisioterapia?

Mi pasión por el deporte me acercó a  nuestra titulación. Me siento atraído por los temas de salud y por el cuidado a los demás. En realidad, podía haber elegido medicina pero así estoy más conectado con el deporte.

¿Qué asignatura disfrutas más?

Me gusta la asignatura de «Masoterapia» porque tratamos la terapia manual, también me encanta «Análisis del movimiento» por el estudio que realizamos de las zancadas de deportistas  y de las marchas patológicas. Poder intercambiar impresiones y experiencias con mi profesor  Javier Martínez, triatleta, hace que le sienta cercano.

François disfruta con la labor de psicología, que activa el fisioterapeuta, con sus pacientes.

¿Cómo has reorganizado tu vida deportiva, con el cambio de ciudad?

Los estudios en Valencia me han condicionado con un cambio de club, a pesar de entrenar y competir con el Valencia Terra y Mar  no puedo aspirar a ninguna medalla,  por temas burocráticos. Pero como el objetivo no es ganar, ¡sin problema!.

François sabe de lo saludable del deporte y no entiende de extremos, ni de premios. Disfrutarlo en sí mismo, es la mejor recompensa. Precisamente, por tener tan claras la ideas, creo que cualidades no le faltarían para llegar muy lejos.

¿Algún otro hobby o deporte?

Cambié el futbol (que practicaba desde pequeño) por el atletismo, a los trece años. «El nivel de competitividad en las categorías superiores de futbol no era sano». Aprovechando la afición familiar, me decanté por la carrera de obstáculos. He llegado a conseguir dos medallas de plata (3.000m en carrera de obstáculos) y una de oro, en diferentes campeonatos. Así mismo,  formo parte del equipo de futbol del CEU: Sebastián, Pierre, Colas, Alex Bechú…mis incondicionales compañeros de campo.

¿Cómo consigues integrarte en nuestra ciudad?

Mis primeras fallas fueron de turista, rodeado de amigos franceses; pero este año, volví a disfrutarlas rodeado de valencianos y la experiencia fue muy distinta…realmente las conocí desde dentro.

También pienso que el deporte me brinda una estupenda oportunidad de aprender castellano; en el club de atletismo, me obligo a practicarlo con los demás deportistas y los resultados se notan.

¿Tienes tiempo para algo más?

Me gusta la música, toco la guitarra (cuando la tengo cerca), la bici, salir con los amigos…

Es verdad que muchos de nuestros estudiantes tienen que adaptarse a nuevas costumbres porque su maleta es limitada: nada de instrumentos musicales, ni aparatos deportivos…seguro que esto podemos solucionarlo…próximamente os podremos adelantar algo de este proyecto.

¿Cómo es la vida de un deportista de tu nivel?

Un día normal se traduce en: biblioteca, clase, entrenamiento, cena  y sueño; eso sin competición, en ese caso, consigo tener algo más de tiempo libre para descansar. Los fines de semana, encuentro tiempo para surfear las olas. Tener la playa a cinco minutos es un lujo.

Gracias por tu disposición, François, ha sido un placer charlar contigo.  Cada día descubrimos estudiantes más completos, que nos dejan sorprendidos por su calidad humana y su capacidad de trabajo.