Ese es el título de una estupenda pieza del cine español, “Las bicicletas son para el verano”, (dirigida por Jaime Chávarri e inspirada en el libro homónimo de Fernado Fernán Gómez) y esta es nuestra siguiente propuesta desde el Blog: que hagáis ejercicio cardiosaludable practicando una de las mejores actividades estivales.
En efecto: estamos en agosto, y al tiempo que reponemos energías descansando plácidamente podemos dedicar nuestro valioso momento de ocio a realizar actividades recreativas que aúnan la diversión con el ejercicio y el cuidado de nuestra salud. ¡Y qué mejor manera, sencilla y económica, que salir de excursión en bicicleta!
Os proponemos recorrer cualquiera de los maravillosos rincones de la geografía española o, por qué no, de la que presentan nuestros preciosos países vecinos, Francia y Portugal, de donde procedéis buena parte de los lectores de este blog. O, en función de donde estéis en estos momentos, por cualquier bonito sendero del lugar que hayáis escogido para cargar pilas este mes estrella del verano.
Vayamos al grano: seguro que sabéis que cuando salimos de paseo en bicicleta (o bien en plan “cañero”, para los que sois más del deporte a tope), a la vez que disfrutamos de la naturaleza y de unas magníficas vistas (como las que acompañan este post, tomadas por el autor en el inconfundible litoral de la tri-milenaria Cádiz), estamos activando de manera óptima nuestro sistema cardio-circulatorio y respiratorio, ejercitando el aparato musculoesquelético y depurando globalmente nuestro organismo.
También es recomendable que tanto antes como después de la excursión ciclista realicemos algunos sencillos estiramientos, que mejorarán nuestro rendimiento y nos ayudarán a prevenir indeseables lesiones. Es más: ¿por qué no aprovechar una pausa en la ruta para continuar estirándonos?
Y, por último, un consejo más, queridos ciclistas: no vayáis solos; salid siempre que podáis con vuestros amigos o familiares, porque las bicicletas no solo son para el verano, sino también para cualquier buen momento y, sobre todo, para reforzar los lazos afectivos, algo de lo más valioso en esta ajetreada vida que llevamos.
¡Feliz verano, blogueros!
Tienes razón, es cuando más se pedalea en verano pues es cuando más tiempo libre se tiene.
Claro que sí, María Eugenia. Hay que aprovechar lo que queda del verano para pedalear a tope.
Gracias por tu comentario.
Molt be,molt be, molt be.