Los alumnos del Grado de Óptica y Optometría Javier Martí y Joaquin Villar nos explican esta semana la utilidad de las lentes de contacto multifocales como solución para el tratamiento de la presbicia.
La presbicia es un problema que afecta a casi 15 millones de personas en España, cursa con una disminución de la capacidad de acomodación de los ojos, provocando visión borrosa al observar objetos cercanos.
Las lentes de contacto multifocales representan una alternativa muy fiable a los problemas de acomodación. Su funcionamiento radica en la colocación de diversas graduaciones en la superficie de la lente de contacto, permitiendo de esta manera que el sujeto pueda mirar por una zona u otra dependiendo de la distancia a la que se encuentra del objeto.
Los dos principales tipos de lentes de contacto multifocales son duras y blandas. Además existe otra clasificación muy importante en función del diseño de las mismas, pudiendo ser de visión alternante, en el cual la lente de contacto presenta dos segmentos diferenciados para la visión de lejos y de cerca, o bien pueden ser de visión simultánea, basadas en la interpretación o tolerancia a la borrosidad o desenfoque de múltiples imágenes en la retina. A su vez, este último tipo de lentillas se puede dividir entre difractivas, asféricas y concéntricas.
La adaptación a este tipo de lentes de contacto es fundamental, y tiene como ventajas fundamentales una óptima visión prescindiendo de las gafas, mayor campo visual, se evitan los cambios bruscos la mirar objetos a distintas distancias, mejor agudeza visual en el intervalo de distancias de cerca a lejos y se evitan distorsiones provocadas por la mala colocación de la montura.