Lucía en Colonia gracias a las Leonardo

Aquí estoy, andando por Severins Brucke camino a casa, después de mi jornada laboral. Hoy he decidido no coger el U-Bahn, como de costumbre. Son las 6 de la tarde, pero ya ha oscurecido. La catedral a lo lejos está iluminada y la vista es impactante, parece salida de una novela Gótica de misterio: ¡preciosa! Se ven varios barcos navegando por el río Rhein. Está nevando y hace bastante frío, pero no me importa. ¿Quién me iba a decir a mi que acabaría por estas tierras?

Estaba decidida a salir de España, después de dos años desempleada. Y, viendo que las cosas no iban a mejorar, cumplimenté todos los papeles para la beca Leonardo y me puse manos a la obra con mi carta de presentación y mi curriculum en inglés, ¡claro!. Cuando me dijeron que me la habían concedido, me di cuenta de que no podía desperdiciar una oportunidad que podía ser crucial para mi futuro.

Con un poco de dinero ahorrado que tenía, más el dinero de la beca, un poco que me daba la empresa, me darían para sobrevivir durante meses.

Vistas de la Catedral junto al Rhein

Buscar empresas era lo que más miedo me daba, con cero nociones de alemán, y no tenía muy claro si lo tendría fácil. Busque en Internet: Xing, Monster, LinkedIn… aquellas empresas de mi sector que necesitaban a un diseñador gráfico en prácticas y después de enviar cientos de mails y de recibir muchas respuestas negativas, recibí un mensaje afirmativo.¡Qué ilusión, el esfuerzo había merecido la pena!

Era una empresa situada en la ciudad de Köln, de posicionamiento web, que estaba buscando a una diseñadora en prácticas para un proyecto SEO que duraría varios meses.

Mi jefe, Dirk, me escribió varios mails, explicándome el perfil de persona que estaban buscando en la empresa y concertamos varias entrevistas telefónicas. Cuando ya lo daba por perdido, me llamó y me dijo que me esperaban para formar parte de su equipo.

Por una parte ilusión, por la otra un poco de miedo otra vez. No sabía lo que me iba a encontrar, si me irían bien las cosas en el trabajo, justo en un país donde el idioma es tan diferente y difícil. Pero ya no podía dar marcha atrás…

Buscar vuelo fue fácil, porque hay compañías de bajo coste que vuelan desde Valencia a Frankfurt Hahn o Düsseldorf y encontrar piso también. Mi pareja se animó a embarcarse en la aventura alemana conmigo y el primer mes encontramos un pequeño piso por Internet en Kalk, situado a las afueras de Colonia, en el llamado barrio turco, a unas cuatro paradas del centro en metro. Ahora estamos en un piso cerca de Neumarkt, un poco más grande. Y aunque tuvimos que visitar más de veinte casas hasta encontrar la nuestra, este pisito no lo cambio por nada.

Calles empedradas, sus ambiente navideño, sus carnavales, un paseo cerca del Rhein, una cerveza en Neumarkt…

En el trabajo me recibieron mucho mejor de lo que esperaba. Dirk, mi jefe, me presentó a todos los compañeros que iban a estar conmigo en el proyecto y desde el principio me sentí integrada. Tareas como hacer webs de clientes, la identidad corporativa de la empresa, diseñar la web de Semseo-Direkt, html, css, wordpress…¡genial, justo el trabajo que estaba buscando!

He de decir que el idioma es lo que peor llevo y eso que la Beca Leonardo me pagó el primer mes de clases y todos mis compañeros de la oficina hablan perfectamente el inglés. Llevo ya casi seis meses y apenas se decir unas pocas frases en alemán.

Las clases, además de ser importantes, te hacen relacionarte con la gente y gracias a ellas he encontrado un grupo de amigos: Olya, Trini, Jose…

A mi vuelta he decidido que quiero continuarlas: ¿por qué voy a volver? Después de los casi 6 meses de prácticas, me han cogido para trabajar en Ant-marketing, una empresa que también se dedica al posicionamiento Web en las mismas oficinas. Michael, mi nuevo jefe, es socio de la empresa donde realicé las prácticas. Y el día 15 de noviembre formaré parte de su equipo: ¡estoy más que contenta!

Ante todo dar las gracias a la Universidad CEU Cardenal Herrera por brindarme esta oportunidad y decirle a toda aquella gente que tiene dudas, que se anime a realizar la beca Leonardo. La experiencia es enriquecedora, siempre es bueno aprender un nuevo idioma y conocer otra cultura.

Presiento que esta ciudad estaba predestinada en mi vida. Colonia es mi segunda ciudad. Sus pequeñas calles empedradas, sus ambiente navideño, sus carnavales, un paseo cerca del Rhein, una cerveza en Neumarkt… no puedo pedir más.

Lucía López Besó

Máster en Ingeniería del Diseño

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