¿Erasmus en Milán? Mejor aún…. ¡Road-Trip por Italia!

Hola a todos! Soy Marta , estudiante de tercero de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo del Producto en la Universidad CEU Cardenal Herrera. La decisión de hacer el Erasmus la incentivó mi hermana que hacía tres años había realizado el Erasmus en París y solo contaba buenas experiencias. Me informé sobre cuáles eran los posibles destinos que se podían solicitar en la pagina de la universidad y vi que estaba Milán, la ciudad de la moda y del diseño.

Me puse a investigar sobre la Universidad Politécnica de Milán y me di cuenta que era una de las mejores universidades de diseño de Europa y ahí ya sí que lo tuve claro. Decidí apostar por este destino y me apunté a una academia de italiano en verano para así tener más posibilidades de optar a la plaza. Finalmente, después de todo el papeleo conseguí la plaza para Milán para todo un año.

Lo primero: búsqueda de piso. Hice un grupo con tres chicas más de Valencia que en realidad ni conocía y nos pusimos a buscar pisos en Milán. No es sencillo, para nada: unos no querían estudiantes, otros muy caros, otros eran contratos de cuatro años….Finalmente, encontramos un pisito cerca del centro que era para cuatro y no nos lo pensamos ni un minuto mas: ¡¡nos lo quedamos!!

La llegada fue un poco traumática, la verdad. Llegué y enseguida tenia que empezar con las clases; me había perdido la semana de la «Welcome week» -cosa que no recomiendo a nadie, luego iba súper perdida en todo lo de la universidad y además es el momento perfecto para empezar a hacer amigos. Doy gracias a que la coordinadora era muy simpática y atendía en todo momento los problemas con las asignaturas… Además, tuvimos mucha suerte mis compañeras de piso y yo porque enseguida congeniamos y empezamos a hacer más amigas.

«Lo que más agradezco es haber mejorado un idioma que me encanta…»

Las primeras semanas son extrañas; sales totalmente de tu zona de confort, no conoces a nadie y los problemas parecen acumularse. Pero después de unas semanas, te acostumbras y todo empieza a rodar y salir bien. Una vez tienes 100% establecido el horario de asignaturas, ya puedes empezar a hacer planes. Nosotras cada semana íbamos a una ciudad distinta de Italia a visitarla. El tren y el Flixbus eran nuestros fieles compañeros de viaje. Fuimos a Genova, Lago Como, Florencia, Pisa, Bergamo.. y disfrutamos muchísimo de todos los viajes.

En la universidad la verdad es que era todo muy nuevo, aulas en las que no cabíamos sentados en mesas y la gente se sentaba en el suelo, bueno…. eso luego cambió y éramos como menos de la mitad. El primer mes creo que me enteré de poca cosa en las clases hasta que me hice un poco más al italiano pero, eso sí, luego se entiende todo.

También tuve una asignatura en grupo con unos italianos que me ayudaron muchísimo. Al poco tiempo de ir a las clases, me di cuenta de que había en todas más erasmus españoles aparte de mi, lo cual fue nuestra salvación porque nos ayudábamos unos a otros, sobre todo cuando nos dimos cuenta de que habíamos cogido una de las asignaturas más difíciles de toda la carrera.

Se acabó el primer cuatrimestre y volvíamos por Navidad a casa, pero en enero ya estábamos todos de vuelta a ponerse a estudiar que empezaban los exámenes. Ahí si que pasamos tiempo en la universidad, en la biblioteca del campus que, la verdad, estaba muy bien y tenía unos libros de diseño y moda de ensueño. El mes de exámenes  fue duro pero en cuanto terminó tuvimos casi un mes hasta empezar otra vez las clases.

Después de este mes empezaron las despedidas de la gente que solo estaba un cuatrimestre que eran prácticamente casi todas nuestras amigas. Fue difícil pero enseguida hicimos un grupo nuevo de amigos y ha sido muy guay, la verdad: ¡hemos hecho mil cosas juntos!

En abril fue la «Semana del Diseño», que el año anterior ya había venido con mis amigas de la universidad a verlo pero este año ha sido lo mejor. Mis amigas de la universidad volvieron a venir y este año estaba súper informada de cuáles eran los mejores sitios que visitar y vimos muchísimas exposiciones, visité sitios con mis amigas de la universidad de España y con los amigos de la universidad de Milán. Fue un no parar, los profesores de la universidad suspendieron las clases para que fuéramos a visitar todos los sitios, muchos luego pidieron referencia y redacciones. ¡Espero volver el año que viene otra vez!

En el segundo cuatrimestre he tenido el doble de asignaturas que en el primero, casi todos los días tenia clase por la mañana y por la tarde, pero la vida en el campus me gustaba, comía con mis amigos y compañeros de clase en el césped y luego nos tumbábamos un rato a tomar el sol. Había un restaurante de pasta para llevar que estaba buenísimo y tenia una bici muy graciosa donde podías sentarte a comer.

He notado mucho el cambio del primer cuatrimestre al segundo porque ya tenía más claro cómo funcionaba la universidad y tuve más criterio para elegir las asignaturas. Después de un cuatrimestre increíble volvieron a llegar los exámenes, que me los tomé con más calma. La estancia estaba acabando así que había que provechar y mezclábamos fiesta con estudiar y con viajes…

Ha sido una experiencia increíble he aprendido muchísimo tanto de la cultura italiana y la lengua, de cómo vivir fuera de España, en la universidad  y sobretodo me llevo a muchísima gente encantadora de esta experiencia. Personas que sé seguro que volveré a ver, como también estoy segura de que volveré a Milán porque me ha encantado, es una ciudad increíble y sobretodo agradezco mucho haber aprendido otro idioma que tanto me ha gustado. Me llevo un recuerdo muy bueno para toda la vida de esta experiencia.

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