Relato de una experiencia inolvidable: Mozambique

Yolanda Ruiz es una alumna de 5º de Veterinaria CEU, que el pasado verano tuvo la oportunidad de hacer practicas voluntarias en Mozambique, junto con otros tres compañeros Nacho Blas, Lorena Carmona, y Francesc Arnau, al amparo de uno de los 542 convenios de practicas que la facultad tiene suscritos con distintas instituciones, tanto publicas como privadas. Yolanda nos cuenta en estas líneas su experiencia y la ilustra gráficamente con algunas fotos realizadas por ella.
«Mi estancia en Mozambique ha sido, como era de esperar… la experiencia más grande de mi vida. Es así por muchas cosas, tanto buenas como malas.

He visitado pueblos perdidos, y he visto a gente diferente, en aspecto, cultura, costumbres… una maravilla!! La gente de allí con la que yo me he cruzado han sido muy buenos conmigo y me han tratado fenomenal.

Los primeros 20 días, la verdad que no lo pase muy bien, por varios motivos. Uno de ellos fue porque no había mucho trabajo relacionado con nuestras prácticas como estudiantes de veterinaria y los días pasaban muy pero que muy lentos, y eso en una aldea perdida, con nada que hacer, es un poco insoportable. A los veinte días más o menos vino una muchacha de voluntariado y con ella hice muy buena amistad, fue lo que mejor me paso allí, porque congeniamos estupendamente y a día de hoy seguimos muy unidas.

Para completar mis prácticas y sobre todo mi experiencia humana, decidí irme al centro de salud de la aldea y me dediqué a vacunar y dar vitamina A a los bebés y niños pequeños. No sé si te puedes hacer una idea de eso pero… no tiene palabras para mi, ser útil en un país así, donde no solo la actividad es importante, sino también una sonrisa.

A raíz de ahí, mi nueva amiga y yo , conocimos al personal del centro de salud, tanto que siempre quedábamos para cenar, pasear, hablar, pasar fines de semana etc. una vez nos hicieron una cena en casa de María, una enfermera, a ritmo de timbales, bailes africanos y comida típica. Esa noche fue un pequeño regalo de esos que te da la vida.

También he almorzado en sus casas, shima, que es lo que comen allí ¡me encantó! comimos shima con pescado y verduras, con la mano, y no solo una vez, si no varias, ya que al final convivía con ellos. Estuve en la ciudad de Nacala, en un barrio perdido, con un enfermero amigo del centro de salud. Fuimos a ver a una amiga de él, y nos preparó un almuerzo. También comimos con la mano y al ver gente blanca por allí, se acercaron un montón de niños con carita de ángel, que querían hacerse fotos para luego verlas, ellos disfrutaban mucho, solo con eso tenían una sonrisa de felicidad gigante. También asistí a un parto en el centro de salud, sin palabras…

De estas historias tengo unas cuantas, he hecho hasta una visita a una curandera para que adivinase el futuro a mi amiga (evidentemente lo hicimos por explorar mas la cultura y tener otra vivencia).

En definitiva, me lo he pasado genial, las partes malas se convirtieron en buenas, he aprendido un montón, aunque no tanto de mi futura profesión pero si de valores y de otra cultura, que a veces eso vale mucho, y no te lo enseñan en la escuela. He aprendido portugués, encima me encanta. En julio vuelvo casi seguro por no decir seguro, con mi amiga y con un hombre que conocimos allí, un hombre estupendo.

He aprendido que hay gente buena y mala, con más corazón y con menos, que hay que ser fuerte y aguantar malos momentos y que sigo pensando que lo mejor es viajar y conocer, es el mejor aprendizaje.

Ufff, te ha gustado? me he puesto profunda y todo Santiago. Te podría escribir mucho más pero bueno, ahí te reflejo lo más importante de mi experiencia.

Gracias por esta experiencia, te aseguro que la he aprovechado 100%.»

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