La piel tiene memoria. Con el sentido del tacto tomamos consciencia de nosotros y de la realidad. Tocar a un animal es una experiencia que nuestra piel recuerda. Hay en ese gesto algo profundo; algo que nuestro tacto sabe y se guarda: hay respeto y ternura; una sensación de paz, de aceptación… Livia es de Suiza y se subió a un caballo por primera vez con cuatro años. Hoy estudia primero de Veterinary.
Nos encantan esas fotos en las que apareces junto a tantos animales, captan momentos únicos…¿te atreves a describirlos?
Es una hermosa mezcla de tantas cosas… Poner nuestras manos sobre ellos es un privilegio, un regalo que el animal nos da, y por lo tanto tenemos la obligación de agradecer, respetar y ser responsables de ello. Lo más importante es ser consciente de lo que estamos haciendo: «¿Soy bienvenido a tu espacio? ¿Estás de acuerdo?«. Al conocer las respuestas, podemos saber el efecto que ese pequeño gesto tendrá en el otro. No seamos egoístas y recordemos que ese otro ser vivo también tiene sentimientos. También puede sentir miedo, dolor, estrés, y debemos respetarlo.
¿Cómo te lanzaste a vivir una aventura académica en otro país?
Nunca temí vivir en el extranjero; de hecho, no estoy segura de volver a Suiza después de mis estudios. Extraño mi país, por supuesto, mi bosque, mi perro, mis caballos, mis amigos, mi familia, pero creo que es algo normal. Intento mantenerme en contacto con ellos lo máximo posible. Diría que lo más difícil para mí es no convivir con animales, porque aquí no tengo a mi perro en casa, ni voy a los establos…no tengo tiempo. Pero estos son sacrificios que tengo que hacer para conseguir mis sueños.
Es algo mágico conocer gente de tan lejos y conectar tanTO
¿Por qué elegiste clases de inglés en lugar de clases de francés?
Para mejorar mi Inglés. Trabajar con animales salvajes sería un sueño para mi,y por eso es importante tener al menos un buen nivel de inglés. Y también, sabía que esta opción me daba la oportunidad de conocer gente del mundo entero en lugar de personas solo de Francia.
¿Esperabas encontrarte con estudiantes de tantos países diferentes?
Sí, esperaba encontrar estudiantes de tantos países diferentes. Sin embargo, no esperaba conocer a tanta gente que hablara francés en estas clases. Pero me gusta mucho el ambiente internacional. Me gusta este aspecto internacional, la mezcla de culturas e idiomas. Me siento integrada, lo que significa que ya tengo amigos, incluida una amistad muy especial. Es algo mágico conocer gente de tan lejos y conectar de manera tan estrecha en tan poco tiempo.
¿Qué opinas del sistema formativo y sobre las prácticas?
Estoy muy contenta con las clases. Hice un año de veterinario en Suiza, pero suspendí. Hasta ahora, lo que puedo decir es que las clases teóricas son un poco menos profundas, lo que para mí no es tan importante porque aprendemos muchas cosas que no siempre son necesarias; quiero decir, es bueno aprender mucho, pero al final no necesitas esa información. Lo que más importa es la experiencia práctica, que es fantástica en este sistema. En Suiza solo empiezas a practicar realmente en tercer o cuarto año, es una buena escuela pero solo diferente.
¿Has hecho alguna experiencia veterinaria anterior?
Estuve dos semanas interna haciendo una práctica de pequeños animales, realicé algunos turnos nocturnos de potros en el hospital veterinario de Suiza e hice tres semanas de voluntaria en un parque de rescate de elefantes en Tailandia. También hice 9 semanas de voluntariado normal en un orfanato de rinocerontes en Sudáfrica, 11 semanas en un santuario de vida silvestre en Sudáfrica, 1 semana en una investigación de fauna marina en Mozambique, y monté caballos toda mi vida, trabajé en los establos y di algunas lecciones a los niños. Espero tener más y más experiencia y poder ir a ayudar a donde sea.
Muchas gracias, Livia
Entrevista de Laura Vayssettes